madrid - La delegada del Gobierno español en Catalunya, Teresa Cunillera, sorprendió ayer con su petición de indulto para los dirigentes independentistas encarcelados. Cunillera, en una entrevista en Catalunya Ràdio, se mostró partidaria de que a los miembros del Govern cesado el pasado año se les otorgue la medida de gracia una vez sean condenados, siempre que sean ellos quienes soliciten ser indultados. “Soy partidaria, claro, pero tienen que pedirlo”, afirmó la representante del ejecutivo socialista, que fue corregida poco más tarde por las ministras Meritxell Batet y María Jesús Montero, que expresaron que no es momento de plantear dicha opción cuando todavía el juicio no ha tenido lugar.

Así, las palabras de la delegada del Gobierno en Catalunya no sentaron bien en un Ejecutivo que no tiene una posición clara respecto a la situación de los políticos presos. Oficialmente, pide prudencia y esperar a que culmine el proceso judicial, pero voces como la del ministro de Exteriores, Josep Borrell, ya han mostrado su incomodidad con los encarcelamientos. De cualquier manera, la consigna es aguardar. Lo expresó ayer la titular de Política Territorial, Meritxell Batet: “Desde el Gobierno expresamos todo el respeto a las decisiones judiciales y, en cualquier caso, no anticipamos escenarios que no sabemos cuándo se darán y si se darán”.

De esta forma, Batet salió al paso de las declaraciones de Cunillera e insistió en la independencia de los magistrados. “Nuestra posición es respetar la independencia del poder judicial, dejarlos trabajar y no avanzar escenarios”. Asimismo, la ministra se dirigió al Govern de Torra para decirle que “haría bien en trabajar por el conjunto de la sociedad catalana, con el objetivo de mejorar la vida de personas”, en lugar de enrocarse en la estrategia independentista.

En términos similares a Batet se expresó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que aseguró que “no ha lugar” a hablar de posibles de gracia. “No cabe hablar más de esa cuestión puesto que todavía no se ha celebrado ningún juicio”, zanjó. Tras las discrepancias de ayer en el seno del Gobierno con los indultos, se refuerza la sensación de descoordinación que el Ejecutivo socialista ha transmitido en las últimas semanas en temas como el máster irregular de Carmen Montón o el contrato de Navantia con Arabia Saudí. Ya ocurrió lo mismo en el PSOE durante la campaña de los últimos comicios catalanes, cuando Miquel Iceta sacó por primera vez a la palestra la posibilidad de indultar a los políticos encarcelados y fue también corregido por los dirigentes de su partido a nivel nacional.

“Chantaje” independentista Por su parte, en el PP calificaron de “muy graves” las declaraciones de Teresa Cunillera, ya que cede al “chantaje” de los independentistas. Según el líder popular Pablo Casado, “urge cambiar este Gobierno porque es rehén de los votos de los independentistas en la moción de censura”. Casado cree que las palabras favorables a los indultos de Cunillera muestran que “cada día que pasa es peor y el Gobierno sigue cediendo al chantaje; ahora es la delegada y la semana pasada era la ministra de Política Territorial”.

Por ello, Casado aboga por promover una proposición de ley para prohibir los indultos a condenados por sedición y rebelión. “El golpe al Estado perpetrado por los independentistas no puede quedar impune por culpa de un presidente del Gobierno, que le debe su cargo a los que quieren romper España”.