En la batalla interna por el liderazgo del PP, uno de los contendientes, Pablo Casado, aterrizó ayer en Euskadi, donde trasladó el discurso más duro de la formación popular. Ante el monolito de Miguel Ángel Blanco en Ermua, aseguró no sentir “ninguna pena” por los familiares de los presos y sí por “las víctimas del terrorismo”. Abogó, además, por reunir en un mismo mitin a Aznar y Rajoy y por recuperar a antiguos militantes de la formación como José Antonio Ortega Lara. Por la tarde, y tras una comparecencia ante la prensa junto a Borja Sémper, presidente de los populares de Gipuzkoa, Casado se trasladó a Altsasu, donde defendió la labor de la Guardia Civil.
Pablo Casado llegó a Ermua acompañado por el vicesecretario del PP, Javier Maroto; por la presidenta de la formación en Bizkaia, Raquel González; y por la secretaria general de Nuevas Generaciones, Beatriz Fanjul. Casado aseguró que no le dan pena las familias de los presos de ETA, “sino las de las víctimas” del terrorismo, y rechazó el acercamiento de los reclusos y el “chantaje” al “Gobierno de minoría”. Además, y con el PNV en su punto de mira, advirtió de que el independentismo “no ha parado en Euskadi, ayudado por las condiciones pactadas para la moción de censura”. El exvicesecretario de Comunicación, y ahora candidato a dirigir el PP, apostó por un relato “en el que quede claro que ha habido vencedores y vencidos” y reclamó “una derrota de ETA sin condiciones”.
No al acercamiento Casado defendió que Ermua representó “el inicio de todo”, ya que el asesinato de Miguel Ángel Blanco supuso para una generación de jóvenes “dar el paso para incorporarnos a la política”. “España tiene que escribir un relato a favor de las víctimas en el que quede claro que ha habido vencedores y vencidos. En mi candidatura queremos poner como pilar de nuestra historia y futuro la reivindicación de esa derrota sin concesiones, sin ignominias hacia las víctimas. Sin ningún tipo de acercamiento de presos, de chantajes en gobiernos de minoría como el actual”, resaltó.
En otro momento de su intervención, el candidato a la presidencia del PP se dirigió a “esa gentuza que ahora mismo está decidiendo lo que pasa en España, la que pone y quita gobiernos en las Cortes. La que pide acercamiento de presos cuando las familias en Ermua tienen que desplazarse a Galicia para poner flores en la tumba de Miguel Ángel”.
Asimismo, abogó por que Mariano Rajoy y José María Aznar participen juntos en un mitin porque ello dará imagen de fortaleza al partido conservador. “Tengo una magnífica relación con Rajoy y Aznar y yo aspiro a que el partido del futuro vuelva a verlos juntos en un mitin”, señaló. De igual manera, explicó que, si dirige el partido conservador, tratará también de recuperar a los exmilitantes del PP que ahora integran Vox, formación de derecha extrema, y, en concreto, manifestó que no “parará” hasta que José Antonio Ortega Lara, víctima del secuestro más largo de ETA, regrese a sus filas.
Con la vista puesta en el futuro, Casado se mostró totalmente convencido de que, si el PP “sale del Congreso unido, ilusionado y renovado”, los resultados en las elecciones municipales en la CAV “van a ser muy buenos”. “Ahora, si el partido ilusiona a los vascos aquí, se van a dar cuenta de que somos su casa y de que esa supuesta superioridad moral del nacionalismo y del PNV tiene que llegar a su fin”, manifestó. - DNA