Gasteiz - El lehendakari ultima ya con su equipo de gobierno y con la secretaria de Acción Exterior, Marian Elorza, un documento que recoge la visión vasca sobre la Unión Europea y el proceso de construcción comunitario. Según ha podido saber este periódico, el documento se presentará en dos o tres semanas. El Gobierno Vasco pretende transmitir su vocación europeísta frente al auge del populismo y el Brexit, en un contexto en el que, desde ámbitos políticos muy concretos, se ha tratado de proyectar la idea de que el nacionalismo supone una amenaza para el continente. También quiere aportar ideas para que las naciones tengan un mayor protagonismo en la toma de decisiones y presencia en los órganos europeos, y para que las políticas comunitarias tengan un enfoque social.

La aportación vasca al proceso comunitario fue una de las cuestiones que estuvieron sobre la mesa en el encuentro que mantuvo el lehendakari con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en mayo del pasado año en Bruselas. Juncker no se presentará a la reelección en los comicios europeos previstos para junio del próximo año, pero está promoviendo un proceso de reflexión sobre los principios comunitarios y sus órganos de representación con el horizonte de 2025. En este debate están participando los jefes de Estado y los europarlamentarios, y tiene como base el Libro Blanco sobre el futuro de Europa. Urkullu pidió a Juncker que las naciones puedan dejar su impronta en ese libro blanco, y el presidente de la Comisión, a su vez, se mostró interesado en escuchar las aportaciones vascas. De ahí surgió el compromiso del lehendakari con la redacción de un documento sobre la visión vasca.

En su encuentro en Bruselas, el lehendakari se declaró un firme defensor del principio de subsidiariedad, que consiste en dar un mayor protagonismo a las naciones y regiones en la toma de decisiones y en la puesta en práctica de las políticas comunitarias. Además, apostó por una Europa “social y con alma” y volvió a presentar su apuesta por los corredores humanitarios para la acogida de refugiados.

conflicto territorial Tras el encuentro en Bruselas, el lehendakari se dirigió en dos ocasiones más, por carta, al presidente de la Comisión. Lo hizo para solicitarle una mediación en la crisis territorial abierta en Catalunya. Urkullu ha defendido todo este tiempo la conveniencia de redactar una directiva de claridad europea para permitir que las naciones sean consultadas. En una segunda ocasión, escribió a Juncker para aclararle la posición del PNV y mostrar su descontento después de que calificase de “veneno” a los nacionalismos. La relación no se ha resentido pese a la discrepancia, y el compromiso de Juncker con una próxima visita a Euskadi sigue en pie, aunque todavía no se ha concretado la fecha, según las fuentes consultadas.

Juncker citó a Iñigo Urkullu en Bruselas a modo de guiño después de que el PNV se implicara en la estabilidad del Estado español permitiendo la aprobación de los Presupuestos de 2017, y también quiso interesarse por el modelo económico vasco y los planteamientos del lehendakari. De alguna manera, Juncker trataba de proyectar con ese encuentro que el lehendakari cuenta en Europa, y en algunos ámbitos se contrapuso esta fotografía a los intentos infructuosos de conseguir un encuentro por parte del entonces president de la Generalitat, Carles Puigdemont.