VITORIA - Las negociaciones que mantienen PNV y PSE con el PP de la CAV de cara a alcanzar un acuerdo en torno a la reforma tributaria, que podría facilitar la aprobación de los presupuestos del Gobierno vasco para 2018, se encontró ayer con el rechazo frontal de EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que criticaron estas conversaciones por entender que están realizadas “al dictado de la patronal”. Así, el parlamentario abertzale Iker Casanova fue explícito al indicar que la negociación de cara a materializar una reforma fiscal en Euskadi supone un juego de “trileros” en el que “el PNV maneja los cubiletes, el PP hace de gancho y al PSE le están timando”.
En declaraciones efectuadas a Radio Euskadi, agregó que “se está cumpliendo el guion dictado por Confebask con el que está de acuerdo el PP para hacer una fiscalidad de derechas que favorezca a los más acomodados y que una parte hegemónica del PNV también quiere materializar”. Iker Casanova añadió que lo que les queda a los socialistas es “asentir y bendecir”.
Asimismo, lamentó que mientras otros años “no se podía hablar de fiscalidad, mezclándola con los presupuestos de la comunidad, ahora sí se puede”. “Con EH Bildu no se puede dialogar porque hablan del artículo 155 y con Podemos no nos dicen por qué no se puede hablar y se ha autoexcluido... asistimos a una decantación clara de una maniobra que concluye en una contrarreforma fiscal”, censuró.
A su juicio, los socialistas van a asumir “una contrarreforma” a los cambios fiscales que inicialmente había planteado el PSE para aumentar los impuestos a las empresas y perderán así su “última bandera” para hacer ver que tienen “una política autónoma y distinguirse de PNV”. El portavoz de Bildu opinó que la consecuencia va a ser situar a Euskadi “en una mayor debilidad a la hora de prestar servicios públicos” en vez de acometerse la reforma fiscal que “se necesita”.
El portavoz de Elkarrekin Podemos en la Cámara vasca, Lander Martínez, coincidió en afirmar que no le gusta “nada” la reforma fiscal que puede culminar en un acuerdo inminente, y recordó que semanas atrás presentaron una propuesta de reforma tributaria “progresiva e integral, que nos acercara más a Europa, no como esta propuesta que es venida directamente de la patronal”. “Nos parece casi una ofensa para los vascos que pagan impuestos día a día y cargan con la mayor parte de la fiscalidad del país”, desgranó.
Los ciudadanos “ven cómo las rentas medias y populares siguen pagando mucho y a las empresas se les baja, sobre todo a las grandes empresas con beneficios que son las que más deberían pagar”, zanjó. A juicio de Martínez, los cambios planteados para lograr el apoyo del PP implicarán que “las grandes empresas paguen menos impuestos y tengan más beneficios”, dejando de lado garantizar el mantenimiento de los servicios, advirtió.
Reactivación económica Desde el PNV, Josune Gorospe recordó ayer que el fin último de la negociación sobre fiscalidad es contar con el PP para aprobar las cuentas del Gobierno vasco. Añadió que los cambios buscan “la reactivación económica en el ámbito del impuesto de sociedades, que sirva a las empresas en su trabajo y de esa forma, poder generar riqueza y generar empleo”, así como “recaudar suficientes recursos para mantener las políticas públicas y los servicios”.
Desde el PP, Antón Damborenea anticipó que, una vez fructifique el acuerdo, dicha reforma “conseguirá récords de recaudación fiscal”. En un acto en Gasteiz, la líder del PSE, Idoia Mendia, dijo que en el acuerdo de reforma fiscal alcanzado con el PNV los socialistas se han asegurado de que “no haya merma en la recaudación” y que van a garantizar que lo que aporten las empresas se corresponda “exactamente con sus beneficios reales”. - E. P./Efe