MADRID. En su testifical, que ha durado una hora y cincuenta minutos, Rajoy ha ratificado que fue él quien dio orden de dejar de contratar con las empresas de Francisco Correa -a quien ha negado conocer más allá del saludo-, ha afirmado que "jamás" supo que se pagasen comisiones por adjudicaciones y ha dicho no haber hecho nada a favor de Luis Bárcenas pese a los SMS que intercambiaron.
De este modo, Rajoy, en la que ha sido la primera comparecencia de un presidente del Gobierno en una vista oral, se ha ido desmarcando de las cuestiones más espinosas que le ha ido planteando el letrado de la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (ADADE), acusación a cuya instancia ha sido citado para que diera su testimonio en este juicio, que se celebra desde el 4 de octubre.
"Que pase el testigo", ha anunciado el presidente del tribunal, Ángel Hurtado, al llamar a declarar a Rajoy, que finalmente ha ocupado un asiento en estrados a la derecha del tribunal, desvelando uno de los secretos mejor guardados sobre su presencia en este juicio.
Esta ubicación ha motivado la protesta del abogado de ADADE, Mariano Benítez de Lugo, la primera de muchas otras a cuenta de que Hurtado le ha impedido preguntar directamente sobre la supuesta caja B que del PP, ya que este asunto se ha investigado en un procedimiento aparte pendiente de juicio.
Las primeras cuestiones han ido dirigidas a conocer el alcance sus funciones cuando tuvo responsabilidades en la organización de las campañas electorales, la última en las generales del año 2000.
Ha explicado que en cuatro ocasiones fue director de campaña y como tal se encargó "exclusivamente" de la parte política, mientras que los presupuestos los elaboraban "los servicios económicos" y ha añadido que, al igual que "en todos los aspectos económicos del partido", existe una distinción "clara" entre lo político y lo financiero.
"Esto está muy delimitado: los resultados se miden en votos y la otra parte es meramente instrumental", ha dicho, para después subrayar que como secretario general del PP: "Jamás me he ocupado de ninguna cuestión de contabilidad, solo me importaba que el Tribunal de Cuentas me dijera que los resultados eran positivos".
"No he asistido" a debates sobre presupuestos, ni sobre cuentas "en los 30 años que llevo en el partido", ha precisado.
En cuanto al extesorero Luis Bárcenas, cuyos famosos papeles reflejan una supuesta contabilidad opaca del PP y que es uno de los 37 acusados en este juicio, entre otros motivos por esconder 48,2 millones de euros en Suiza, Rajoy ha asegurado que hasta su salida del partido en 2010 nunca tuvo una queja de él.
Con respecto a esa caja B, ha asegurado que desconocía su existencia y ha afirmado que, en contra de lo que consta en esos apuntes, "jamás" ha cobrado sobresueldos, por lo que ha considerado que los llamamos papeles de Bárcenas "son absolutamente falsos".
De los SMS que se intercambió con él en 2012 -"sé fuerte" y "hacemos lo que podemos"- Rajoy ha asegurado que ni el ni su partido hicieron nada que pudiera perjudicar a cualquier proceso y que puso esa frase como pudo poner cualquier otra, ya que a él le gusta responder a los mensajes que recibe.
En respuesta a Wilfredo Jurado, abogado que representa al PSOE de Madrid, ha asegurado que se enteró de las cuentas en Suiza de Bárcenas cuando se publicaron en los medios de comunicación.
A este respecto, le han preguntado por la frase que pronunció acerca de estos papeles "nada es cierto, salvo alguna cosa": "La recuerdo perfectamente. Cuando yo conocí aquellos papeles porque se publicaban en los medios vi que lo que se publicaba sobre mi era absolutamente falso", ha asegurado, para luego añadir que después pudo comprobar que algunos "traspasos eran ciertos, por lo que vi que algunas cosas podían ser ciertas".
Rajoy ha relatado también como prescindió de los servicios de las empresa del líder de Gürtel Francisco Correa y ha explicado que tomó esa decisión tras una reunión con el entonces tesorero Álvaro Lapuerta, eximido de este juicio por motivos de salud.
Lapuerta le planteó sus dudas sobre algunos proveedores del PP en determinados ayuntamientos de Madrid porque hacían un uso indebido del nombre del partido, que si bien consideró que no era algo ilegal, no le pareció correcta su actuación.
Correa declaró en su día que tenía despacho en el partido y entraba a su sede por el garaje como cualquier de la ejecutiva, a lo que Rajoy ha señalado no tener "ni la más remota idea" de si el líder de Gürtel pasaba por entonces por la sede del PP, como tampoco sabe ahora quién está en la sede.
También ha admitido haber mantenido una reunión, de unos cinco minutos, con la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre acerca de presuntas irregularidades en los ayuntamientos de Arganda y Majadahonda y el le aconsejó únicamente de que se enterase de qué era concretamente lo que estaba pasando allí y que a la vista de ello tomase las medidas oportunas.
Las preguntas a Rajoy han sido en varias ocasiones interrumpidas por el presidente del tribunal cuando este ha considerado que afectaban a otros procedimientos o llevaban una carga "incriminatoria importantes", lo que ha ido sumando quejas de los letrados.
La última petición del letrado de ADADE ha sido la celebración de un careo entre Rajoy y Bárcenas, a lo que Hurtado se ha negado "no porque cada uno diga lo que le parezca, sino porque eso sí que es entrar de lleno en los papeles de Bárcenas".