MADRID - La pugna por hacerse con el control del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos y direccionar sus políticas estratégicas y organizativas no solo es cosa de Madrid. Euskadi no está siendo ajena a los movimientos que efectúan las tres corrientes en liza y durante las últimas jornadas han recalado varios miembros de peso de la formación. Fue el caso del cofundador del partido, Juan Carlos Monedero, que ayer tomó parte en un acto en Bilbao en el que criticó veladamente la postura que mantiene Iñigo Errejón. “No es honesto abrazar a Pablo Iglesias cuando tus documentos implican que quitas todo el poder a la secretaría general. Es una falta de sinceridad que digas que es tu secretario general cuando le limitas los cargos y lo que quieres es tener más poder que el secretario general”, indicó sobre un secretario político en el que ve un “exceso de ambición”.

Acompañado del anterior secretario general de Podemos Euskadi, Roberto Uriarte, y otros cargos vinculados al sector pablista, Monedero censuró el estado de división que rodea al partido morado, si bien avanzó que esas disputas cesarán cuando el próximo 13 de febrero se de carpetazo al congreso de Vistalegre II que se llevará a cabo el próximo fin de semana. A partir de entonces “no habrá espacio para disputar el poder interno y todos se dedicarán a lo que corresponde, ser útiles a la ciudadanía”, vaticinó. Más de 450.000 inscritos en el proceso interno deberán dilucidar antes los postulados políticos y organizativos, unos documentos de los que Monedero extrae la conclusión de que la hoja de ruta presentada por el bando encabezado por Errejón -por la que apuestan los principales líderes del partido en suelo vasco- es una “mala solución” porque reforzaría el papel del número dos para “limitar” el radio de acción del secretario general.

“controlar espacios” El “exceso de ambición” que el cofundador de Podemos atisba en el sector errejonista “viene de lejos” y que se traduciría en una “búsqueda desesperada de controlar espacios de poder innecesarios”. Su “momento álgido” fue la crisis que provocaron en la filial morada madrileña para “construir un partido dentro del partido”, según manifestó. - Efe