MADRID - Algunas de las voces más autorizadas en el PP quitaron hierro al asunto, pero lo cierto es que los populares sigue sin espantar el fantasma de la celebración de unos nuevos comicios a partir de marzo de 2017 si el Gobierno de Rajoy no consigue apoyo a los Presupuestos Generales del Estado. Fruto de un lapsus o un aviso a navegantes, especialmente con destino al PSOE, el propio presidente español aseguró estar “preparando las próximas elecciones” en una cena con militantes de su partido en Torrejón de Ardoz (Madrid). La honda expansiva de sus declaraciones hizo que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, o el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, tuvieran que salir al paso achacando sus palabras al “cansancio” o a un “lapsus”. Otro peso pesado como el portavoz parlamentario, Rafael Hernando, no siguió su estela. Aseguró que a la vista de la situación parlamentaria, el adelanto electoral dependerá “de que algunos quieran ayudarnos a colaborar a tener un presupuesto o no”.
No es esta la primera vez en la que el PP abona la posibilidad de un nuevo paso por las urnas. El complejo equilibrio de fuerzas en el Congreso surgido tras las generales del pasado junio ha motivado que algunas de las iniciativas estrella del PP como la LOMCE hayan sido tumbadas por parte de la oposición a las primeras de cambio, a pesar de que Rajoy se haya conseguido marcarse algún tanto a su favor, como es el caso del techo de gasto aprobado ayer en el Congreso. El debate de los Presupuestos Generales del Estado será otra cuestión, y más si cabe a la vista de las negativas que las cuentas vienen cosechando durante los últimos tiempos y la dificultad que el PP está teniendo en sumar a otras formaciones, salvo el apoyo de Ciudadanos. Así lo apuntó el propio Hernando, quién agregó que “uno tiene que estar preparado siempre” para unos posibles comicios, si bien enclavó las palabras del presidente del Gobierno español en “un recurso navideño, más que nada”.
Más se mojó Hernando, sin embargo, cuando fue cuestionado si se pueden esperar unas elecciones para 2017. El portavoz parlamentario contestó que ese posible paso por las urnas no dependerá en exclusiva de las maniobras que efectúe el PP o el Gobierno español, sino que son los partidos de la oposición los que tienen la llave. Pese a no lanzar directamente el dardo al PSOE, no es esta la primera vez que el portavoz parlamentario alude al delicado momento por el que pasa el socialismo, dirigido por una Gestora de forma interina al menos hasta el verano próximo, para emplazarle a una colaboración más activa si no quiere verse abocado a un cuarto fracaso electoral en poco más de un año. “Aquí tenemos la situación parlamentaria que tenemos; va a depender de que algunos quieran ayudarnos a colaborar a tener un presupuesto o no”, explicó, aunque espera que “la gente sea sensata y que ahora, en Navidad, reflexionen, que para eso sirve la Navidad”.
Santamaría y Casado, por su parte, negaron que el adelanto electoral esté en el horizonte del PP si finalmente no consiguen el apoyo necesario para la aprobación del presupuesto. “Me imagino que con todo el ritmo de cenas que llevamos, que estamos todos bastante cansados, a esas horas ya la cabeza no está tan viva como está a las nueve de la mañana. Me imagino que pasaría eso porque, desde luego, en eso no estamos”, declaró ayer la vicepresidenta en los pasillos del Congreso sobre las palabras de Rajoy en una cena de Navidad con militantes. Le habría traicionado “el cansancio”, resumió la segunda de abordo del Ejecutivo popular, por haber tenido que asistir en los últimos días a actos que terminan tarde. Tanto que bromeó al apuntar que “el jefe es más de desayunar que de cenar”.
“instrumento de presión” Parecida a la de Santamaría fue la respuesta dada por el vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Casado, quién rechazó de plano que adelantar las elecciones pase por la cabeza de Rajoy si la legislatura se complica por arrancar sin haber dado luz verde a las cuentas de 2017. “Le preguntamos allí y él mismo dijo que en ningún caso he quiso decir que vaya a haber elecciones anticipadas”, sostuvo. Fuentes de la dirección nacional del partido también se abonaron a esa tesis, aunque no tuvieron reparos en admitir que la amenaza de nuevas elecciones puede llegar a convertirse en un “instrumento de presión” que puede ser útil en un momento en el que hay que negociar el proyecto de presupuestos. De hecho, señalaron que otros presidentes en el pasado también emplearon esa técnica. - Efe