Bilbao - El ministro de Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, aseguró ayer que acabar con la política de dispersión de presos de ETA “está en manos” de los propios presos y de la organización armada, ya que tienen la posibilidad de ser trasladados a cárceles próximas a Euskadi si se desvinculan de la banda y se contemplará la modificación de la política de dispersión cuando ETA se disuelva. “Esta en manos de los presos de ETA o en manos de la banda terrorista ETA el que se acabe la política de dispersión. Si no lo hacen, es porque ellos no quieren”, defendió ayer Fernández Díaz, un día después de que las autoridades galas descrubieran un importante arsenal de la banda oculto en un zulo al norte de Francia .
El responsable de Interioraseguró que la que la organización armada mantiene un “pulso al Estado”, pese a haber sido “derrotada operativa y policialmente”, y aseguró que es algo que “no se puede aceptar”. Así, defendió que la política de dispersión de presos “trae causa” de pertenecer a una organización terrorista y recordó que ETA no se ha disuelto, por lo que se le seguirá aplicando esta disciplina.
Fernández Díaz apeló a la decisión personal de los reclusos al asegurar que el preso que, de manera individual, quiera acogerse al programa de reinserción en prisiones de Euskadi “podrá hacerlo automáticamente” si se desvincula públicamente de la banda terrorista, reconoce el daño causado y pide perdón a las víctimas” . “Modificaremos la política de dispersión penitenciaria con carácter general el día en que ETA se disuelva y, si no, individualmente cuando el preso se desvincule”, zanjó.
Sin contrapartidas Ante estas manifestaciones de Fernández Díaz, Etxerat, asociación de familiares de presos de ETA, preguntó al ministro del Interior, desde cuándo “los derechos están sujetos a contrapartidas”, al tiempo que reclamó el fin de la dispersión de sus allegados.
La portavoz de Etxerat Patricia Vélez respondía de esta manera a las declaraciones de Fernández Díaz que vinculaba el fin de la dispersión a la disolución de ETA, A jucio de Vélez, las palabras del responsable español de Interior ponen de manifiesto “la utilización de la ley penitenciaria como objeto de chantaje”. Por este motivo, preguntó al ministro “desde cuándo los derechos están sujetos a contrapartidas”. “Es hora ya de acabar con esta ley penitenciaria y con la dispersión. Y ya no hay excusas”, sentenció.
La portavoz de Etxerat expresó el apoyo de su organización a la manifestación convocada para el próximo sábado en Donostia por la red ciudadana Sare para denunciar la situación de los reclusos gravemente enfermos y reclamar su excarcelación. Vélez explicó que una decena de estos internos padecen “enfermedades graves e incurables”, por lo que “están viendo vulnerado su derecho a la salud, para cumplir la finalidad de la actual política penitenciaria” de “chantaje”, “venganza” y de “agudizar el sufrimiento” de los internos y sus familiares.
Por otra parte, Aralar, formación integrada en la coalición EH Bildu junto a Sortu, EA y Alternatiba, mostró asimismo su adhesión a la marcha de Sare, ya que considera “imprescindible” que los presos gravemente enfermos “vuelvan a sus casas”. -E.P./Efe