BARCELONA - Reforzado tras salvar el pasado jueves el match ball que supuso la aprobación de la cuestión de confianza tras lograr el apoyo de las CUP, Carles Puigdemont aseguró ayer en Lisboa que Catalunya acabará proclamando su independencia “y ello no será el fin de España”. El president se hizo con la colaboración de los cuperos anunciando la convocatoria de un referéndum, ya sea avalado por el Estado o sin su consentimiento aunque confían en que pueda ser pactado, para septiembre del año próximo. Y desde la capital portuguesa lanzó una advertencia al Ejecutivo en funciones de Rajoy, con cuyo gobierno aún así parece “imposible llegar a ningún acuerdo”. Está decidido a no modificar su hoja de ruta ni un ápice.
Puigdemont, que un día antes coincidió en Oporto con el presidente en funciones del Gobierno español, Mariano Rajoy, visitó ayer la delegación que el Govern que lidera cuenta en Lisboa. Y fue a través de la televisión portuguesa desde la que deslizó su convencimiento de que cumplirá con sus propósitos de consultar a la ciudadanía catalana sobre la desconexión con el Estado español. Horas antes, además, ahondó que “la confianza internacional en Catalunya” contrasta “con el desconcierto que genera la política española”, que se encuentra sumido en la ingobernabilidad y al borde de unas terceras elecciones en un año. El president relacionó la incapacidad del arco político español para llegar a acuerdos con la situación del proceso soberanista catalán. “Seguro que tiene que ver con el no reconocimiento de la situación que hay”, citó.
Y es que “mientras no aborden de cara” una salida pactada al proceso soberanista catalán, “que es lo que les invitamos a hacer”, Puigdemont auguró que los partidos españoles “tendrán muchas dificultades de salir reforzados de esta situación”. En lo que respecta al federalismo que propone un PSOE sin rumbo en la actualidad por estar instalado en las revueltas internas, por último, no tuvo reparos en recordar que cuando este partido ha gobernado “no ha federado nada”.
Lo cierto es que el referéndum soberanista del año próximo sigue capitalizando la actualidad política catalana. De hecho el líder de En Comú Podem, Xavier Domènech, consideró que la propuesta lanzada por el president es “una buena propuesta”, a pesar de que las formaciones aglutinadas en torno a Podemos en Catalunya difieren sobre el modo de activar la consulta. En un apunte en Facebook recogido por Europa Press, ahondó que el “mejor y único camino “para conseguir la plena soberanía es agrupar una amplia mayoría alrededor del derecho a decidir”. Esa convocatoria debería de tener “todas las garantías” y comportar “todas las consecuencias políticas y jurídicas que esta decisión tan importante requiere”. Aún así, reclamó poder practicar el derecho a decidir, pero no solo basándose en el debate territorial.
“Cadena de confianza” Compañero de partido de Puigdemont, el presidente del grupo parlamentario de JxSí, Jordi Turull, se refirió ayer a la posibilidad de decidir junto a la CUP la convocatoria de la consulta para “ir a la una y demostrar por la vía de los hechos” que ambas formaciones se podrían unir en una cuestión tan capital como el ejercicio del derecho a decidir. “Hemos tejido una cadena de confianza, como decía el president, y lo encaramos a partir de esta cadena de confianza que se retomó esta semana que acabamos”, aseveró el parlamentario. Cuestionado sobre Presupuestos para 2017 que motivaron las desavenencias entre JxSí y la CUP hasta llegar a la cuestión de confianza de Puigdemont, Turull espera que no haya dificultades para aprobarlos. “¿Esto quiere decir un cheque en blanco? No. Esto quiere decir ponernos a hablar”, incidió. - DNA