BILBAO - Eusko Ekintza, partido de la izquierda abertzale surgido hace casi cuatro años y crítico con la estrategia de Sortu, ha lanzado un nuevo recado a la dirección actual. En este caso, para proponer una unidad popular -Herritar Batasuna, como lo denominan- para dar un vuelco a la actual estructura “partidaria y vertical única” y reformular el andamiaje organizativo recuperando la “militancia activa” y no la “virtual, gaseosa y desideologizada tan de moda”. Este sector, formado por históricos militantes, afirma además que “cuanto más tiempo pase, más difícil será recuperar los militantes y cuadros que se han ido a casa hartos”.
El modelo a implantar de cara al futuro para fortalecer los cuadros de la izquierda abertzale sería similar al de las CUP catalanas, formación que puede “ayudar mucho” en la “reformulación ideológica y práctica” de una formación que, a su juicio, necesitaría de una regeneración como agua de mayo. Así lo apunta la corriente interna en su último manifiesto, titulado Herritar Batasunaren garaia da -Es tiempo de la Herritar Batasuna-Unidad Popular-, en el que expone sus postulados de cara no solo a mejorar la organización interna para zanjar la “cultura verticalista en que las decisiones se han ido tomando entre muy pocos” de la que Sortu vendría haciendo gala.
Continuación de las recomendaciones hechas públicas hace un año, y en las que expuso “una visión crítica de la deriva ideológica y política de una parte, supuestamente mayoritaria” de la izquierda abertzale, en esta ocasión Eusko Ekintza ofrece “propuestas prácticas” para enderezar el “rumbo errático y sin futuro”. La unidad popular es la clave de bóveda de su propuesta, que persigue “conseguir la activación de la masa crítica militante”, de forma que se logre “una estrategia y tácticas consensuadas por todos hacia la independencia y el socialismo”. En ese barco incluyen no solo a las personas y grupos que integran los partidos políticos, “sino también por sindicatos, movimientos estudiantiles, diversos grupos sociopolíticos y sectoriales”, que podrían estar organizados en niveles locales, comarcales y nacionales.
“verticalismo” Esa masa militante critica actuará “como grupo dirigente”, así como que las decisiones de cada nivel se tomarán “en los órganos de dirección consensuados, asambleas y comités” de manera que la izquierda abertzale “se dote de una coordinación colegiada y autogestionada”, pasando del “verticalismo a la autogestión”. Y es que otra de las críticas hechas ayer públicas alude precisamente a la estructura montada en torno al partido. “Algunos han aprovechado las ilegalizaciones para ir montando su estructura. Sin embargo, el hegemonismo se ha demostrado como el camino más corto para la pérdida de masa social y militante. Y al final también para la pérdida de masa numérica tanto en movilizaciones como electoralmente”, aseguran. Por ello, defienden que sus postulados suponen “una cultura diametralmente opuesta al partido único y jerárquico” para “recuperar la cultura del movimiento nacional de liberación”. - DNA