Donostia - La exparlamentaria socialista y viuda del dirigente del PSE, Enrique Casas, Bárbara Dührkop, rechazó ayer el“borrón y cuenta nueva” y la “equidistancia entre víctimas y verdugos”, y señaló que en el reconocimiento del mal causado está “la semilla para poder empezar este camino, que va a ser muy difícil, hacia una verdadera convivencia y a esa paz de la memoria y de la justicia que todavía queda por hacer”.
Dührkop realizó estas manifestaciones en el acto que los socialista celebraron en el barrio de Gros de Donostia en recuerdo del senador socialista, asesinado por ETA el 23 de febrero de 1984, en la plaza recientemente denominada Enrique Casas.
En el acto estuvieron presentes, además de familiares de Enrique Casas, el candidato socialista a la Alcaldía, su homólogo del PNV, Eneko Goia, y el secretario general del PSE de Gipuzkoa, Iñaki Arriola, entre otros políticos socialistas. La viuda de quien también fue secretario general del PSE de Gipuzkoa, se alegró de que “casi en vísperas de los 31 años” del asesinato de Casas, el político “por fin tenga su nombre en una plaza” en Donostia. “Creo que se lo merecía hace mucho tiempo”. - E. Press