BARCELONA. En círculos de CiU se ha barajado, entre las diferentes alternativas a una consulta el 9N, la posibilidad de unas elecciones plebiscitarias que, si dieran como resultado un 'sí' mayoritario a la independencia, podrían conducir a una declaración de independencia por parte del Parlament de carácter "suspensivo".

Este carácter "suspensivo" implicaría que su aplicación efectiva estaría condicionada a un periodo de negociación con el Estado para completar una eventual secesión.

Según fuentes del espacio político independentista consultadas por Efe, la condición suspensiva de dicha declaración podría incluir un periodo para negociar con el Estado la secesión y un eventual referendo para ratificarla, así como un tiempo para recabar aliados internacionales y preparar la relación del nuevo Estado con la UE.

Este ha sido uno de los posibles escenarios que se han barajado en círculos de CiU en el plano teórico, pero que, según fuentes del Govern, "no forma parte de ningún plan" porque "el único plan es la consulta".

Según fuentes de la dirección de ERC, el líder de este partido, Oriol Junqueras, y la "número dos", Marta Rovira, no quieren "ni oír hablar" de "Planes B" alternativos y reaccionan con enfado si desde CiU se "especula" acerca de unas "elecciones plebiscitarias" o de una declaración unilateral de independencia.

Esto no significa, han matizado las mismas fuentes, que estén en contra de estas propuestas, sino que "prefieren no hablar" sobre ellas de momento a fin de "no debilitar" su objetivo principal que, para ERC, "es el de que el 9 de noviembre pueda haber una consulta".

De lo que sí hablan los dirigentes de ERC, en cambio, es de que la independencia "no se puede materializar en uno o dos días", al margen de la vía utilizada para proclamarla, y recuerdan que los gobiernos británico y escocés, por ejemplo, han pactado una transición de 18 meses para el caso de que en el referéndum de autodeterminación de Escocia gane el "Sí" independentista.

La reflexión de algunos dirigentes republicanos es que, si en un proceso pactado como el escocés se prevé dicha transición, en otro de "no-pactado" como el que previsiblemente será el catalán podría estar más justificado aplicar de forma gradual una declaración unilateral de independencia, aunque "esto sólo es en teoría", han apuntado.

En la misma línea, dirigentes de la cúpula de CiU consultados por Efe han subrayado que dicha declaración no aparece en las conversaciones ordinarias con ERC y han enfatizado en que ambas formaciones están concentrados en organizar la consulta el 9 de noviembre avalada por la ley que está tramitando el Parlament.

Esta normativa catalana corre el riesgo de ser suspendida por el Tribunal Constitucional, lo que dejaría al presidente de la Generalitat, Artur Mas, sin marco legal para convocar la consulta.

Si esto sucede, será el president quien deberá discutir con las fuerzas políticas que acordaron la consulta (CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP) los próximos pasos, que podrían pasar por unas elecciones autonómicas de tipo plebiscitario como una fórmula alternativa para conocer el grado de apoyo popular a la independencia y una posterior declaración el Parlament si gana esta opción.

La cúpula de CiU quiere hacer el proceso lo más negociado posible -dentro y fuera de Cataluña-, con la voluntad de asegurar cada paso que se dé, a sabiendas de que esto cuenta para la proyección internacional del proceso, especialmente entre los países de la UE.