Bilbao - La Ponencia de Paz quedó congelada en septiembre después de que el PSE se apeara de ese foro parlamentario por la negativa de EH Bildu a asumir el suelo ético, más allá de tolerar que sea un documento de trabajo que aspira a modificar. Iñigo Urkullu fue muy crítico en su momento con el desmarque socialista porque entiende que el acuerdo debe ser la estación final o el resultado de los trabajos de la ponencia, y no un requisito previo para acceder a ella. Ayer se refirió a ese parón para pedir a la izquierda abertzale un pronunciamiento claro que pueda tranquilizar a PSE y PP, y restarles así argumentos para no engancharse a los trabajos del foro parlamentario. En una entrevista con Radio Euskadi, reconoció que la ponencia "está parada" y que, pese a la aprobación del suelo ético, hay grupos que, "por alguna razón, no se sienten cómodos" en un foro donde también está la izquierda abertzale, a la que acusan de no tener un compromiso público con ese suelo. "Bueno sería que EH Bildu se pronunciara claramente para despojar de todo tipo de incógnitas, de todo tipo de dudas, su compromiso con ese suelo", dijo.
Urkullu pidió ese paso para que los otros partidos "no utilicen su silencio" para paralizar una herramienta de trabajo "tan importante". Además, recordó que algunos dirigentes de la izquierda abertzale han apostado por el desarme, de modo que, "si esto es lo que realmente se piensa en el seno de la izquierda abertzale, no debería costar tanto asumir esta responsabilidad".
El Gobierno Vasco concede gran relevancia a la Ponencia de Paz y, como adelantó ayer este diario, pretende realizar un esfuerzo adicional entre septiembre y diciembre para reactivarla, antes de entrar en el ciclo electoral de 2015, que dificultará cualquier avance en materia de pacificación. Urkullu recordó ayer que su gobierno ya anticipó que el proceso iba a ser largo "y no exento de dificultades". - M. Vázquez