MADRID - No solo el Gobierno español ha optado por pronunciarse sobre el nuevo estatus para Euskadi en el que trabajará la ponencia del Parlamento Vasco. También lo ha hecho el PSOE, prueba de que el debate comienza a colarse también en las declaraciones de los partidos estatales, aunque solo sea a modo de reacción ante el discurso del lehendakari durante la celebración del Aberri Eguna, y aunque el proceso catalán siga centrando los esfuerzos de La Moncloa. Desde el socialismo, el secretario de Organización del partido, Óscar López, compartió ayer con Urkullu su apuesta por el diálogo, pero dejó muy claro que no comulga con el nuevo estatus.
En una rueda de prensa ofrecida en Ferraz, quiso separar el discurso del lehendakari en dos partes: por un lado, valoró su apuesta por el diálogo pero, en cuanto a su defensa del nuevo estatus, quiso aclarar que el PSOE poco tiene que ver con ese planteamiento. El socialista sí vio margen para pactar sobre la propuesta socialista, que pasa por reformar la Constitución española para caminar hacia un modelo federal. "Todo lo que tenga que ver con el diálogo, sí; lo que propone el PNV, no", resumió.
En concreto, los jeltzales apuestan por consagrar una relación bilateral, de igual a igual, con el Estado. Su planteamiento es pactista, y el propio Urkullu volvió a apostar el domingo por la negociación. No obstante, no convence al PSOE, que prefiere su reforma federal. La posición de los socialistas puede generarles ciertas contradicciones: mientras carga contra el inmovilismo de Rajoy ante Catalunya, en Euskadi es el propio socialismo quien no se aviene a acordar sobre el nuevo estatus, aunque también podría resultar lógico que defendiera el modelo federal para reservarse un perfil propio en el debate del autogobierno, lo que no tendría por qué implicar que se cierre al diálogo. - DNA