DONOSTIA. Quiroga se ha referido así, en una entrevista con Efe, a las críticas vertidas por el expresidente del PP vasco Carlos Iturgaiz, quien dijo el pasado domingo que la dirección del partido "tendrá que decidir" entre "las dos almas" que existen en la formación: la que defiende la normalización de relaciones con la izquierda abertzale y la que está en contra de ello.

"La izquierda abertzale, que es el brazo político de ETA, no es un partido más y no se puede ir a debates, a tomar un café o hacerse fotos en plan coleguismo", abundó Iturgaiz.

Frente a estas consideraciones, Quiroga sostiene que el PP vasco tiene trazado "un camino claro" plasmado en una ponencia política aprobada "casi por unanimidad" en su último congreso y que "aglutina a la mayoría de los afiliados".

Este nuevo camino es "difícil" porque el PP se enfrenta a un "escenario diferente", una nueva "situación post ETA" de la que la formación popular tiene que "ser consciente, situarse y buscar esa utilidad y ese lugar que pueda aunar fuerzas y personas".

Quiroga considera "absolutamente injustas" las críticas que la dirección del PP vasco recibe de sectores del partido próximos a la ejecutiva anterior a Antonio Basagoti.

"Hay personas que pueden tener la percepción de que la dirección actual somos unos recién llegados que hemos venido aquí a dilapidar no se sabe qué, cuando somos los que hemos construido todo esto. Porque si en los años 1994 y 1995 no entramos en el partido todos los que estamos ahora en la dirección. ¿Dónde estaría ahora el PP?", reivindica.

"Somos esa continuidad y lo hemos vivido absolutamente todo, todo", afirma, en alusión a la amenaza del terrorismo de ETA.

A partir de esa premisa, la líder de los populares vascos defiende la presencia de su partido en todos los debates fundamentales del País Vasco, esté o no la izquierda abertzale: "Nosotros tenemos que estar ahí, se tiene que escuchar la voz del PP".

En lo que no participará el PP vasco es "en actos o situaciones" que puedan herir la sensibilidad de las víctimas del terrorismo.

Ha asegurado que ella es "la primera interesada" en celebrar un congreso del PP vasco, pero aún no se ha decidido la fecha porque está pendiente de compatibilizarlo con otros actos previstos por el partido a nivel nacional.

Ha alabado, por otra parte, la posición del Gobierno respecto al proceso del final del terrorismo que se tiene que centrar, en su opinión, en mantener la "exigencia" para que la izquierda abertzale demuestre con "hechos" que lo que figura en sus nuevos estatutos respecto al rechazo de la violencia "no es táctica" sino "convicción": "Y eso es lo que todavía no se percibe en las actuaciones de la izquierda abertzale y de Bildu en las instituciones y en el día a día de la política".

En su opinión, la izquierda abertzale tiene pendiente "reconocer que realmente ha cometido un error durante todos estos años utilizando la violencia y que ha generado un dolor no sólo a las víctimas, sino a toda la sociedad vasca".

El PP prepara una aportación al plan de paz del Gobierno vasco, que Quiroga tacha de "totalmente escorado" y elaborado para servir de "pista de aterrizaje" al "mundo abertzale", ya que en el documento presentado por el ejecutivo de Urkullu no figura "el principio de deslegitimación del terrorismo" que, en cambio, sí estaba presente en el acuerdo sobre el "suelo ético" que en la pasada legislatura cerraron el PNV, el PSE-EE y el PP.

Pese a defender los debates con Bildu, el PP no participará en la ponencia del paz del Parlamento vasco porque entiende que, si la izquierda abertzale no acepta ese "suelo ético" porque no apoya el principio de "deslegitimación del terrorismo", resulta imposible "avanzar".

A su juicio, "lo único que preocupa a Bildu es qué pasa con sus presos", un aspecto que representa "sus urgencias" pero que "no puede convertirse en la urgencia de la sociedad vasca".