Hasta en el día de su despedida Antonio Basagoiti quiso dejar patentes sus diferencias con la izquierda abertzale, en contraposición con las buenas palabras que dedicó al resto de sus compañeros de institución en el que fue su última jornada parlamentaria tras casi dos décadas de trayectoria política y cuatro años de aforado en la Cámara de Gasteiz.

"De quien se tienen que despedir los de EH Bildu es de ETA", respondió el controvertido líder de los populares vascos al ser preguntado si entre las numerosas despedidas que había recibido ayer se encontraba también la de la coalición soberanista.

Basagoiti deja una Cámara vasca a la que llegó con la difícil misión de liderar un grupo titubeante ante la marcha de María San Gil. Supo aglutinar las diferentes corrientes internas y rentabilizar el retroceso electoral con un acuerdo que llevó al PSE por primera vez a Ajuria Enea. El conocido pacto por el cambio ha sido el momento más emocionante, según describió Basagoiti, de esta etapa, lo que "describe" al político en cuestión, según valoró el portavoz del PNV en el Parlamento, Joseba Egibar.

El dirigente jeltzale observó que desde su llegada a la primera línea política Basagoiti "ha buscado más ubicarse en el espacio público que no consolidar un espacio político".

Más conciliador resultó el socialista Rodolfo Ares, quien empleó parte de su tiempo en el atril de oradores para despedirse de su otrora socio preferente y le deseó "plena libertad sin escoltas" en su nueva etapa profesional que desarrollará ligado a la banca en la capital de México.

La suerte que Ares confía en que le sea propicia al expresidente del PP vasco en tierras americanas es la misma que le deseo desde UPyD Gorka Maneiro, quien aseguró que este partido seguirá por mucho tiempo en la mente de Basagoiti por los "malos momentos" que le ha hecho pasar.

Con EH Bildu, tal y como anticipó en su intervención el padre de la política pop, no hubo despedida. Al igual que el PNV, la coalición soberanista también detectó cierta "precipitación" en el relevo del que ha sido durante los últimos cinco años presidente del partido en la CAV. Es más, la forma en la que se ha elegido a Arantza Quiroga como sucesora demuestra, según la izquierda abertzale representada en el Parlamento Vasco, "una falta de democracia interna dentro del PP para tomar unas decisiones que afectan tanto a su representación".

El aforado de esta bancada Julen Arzuaga optó por centrar su valoración en "la que se queda" en lugar de referirse a Basagoiti. Y advirtió de que "se le tacha de ser la más conservadora entre los conservadores en un momento en el que el Gobierno del PP debe dar pasos para pasar del inmovilismo al movimiento".