vitoria. La visita del lehendakari, Iñigo Urkullu, a Bruselas ha permitido al Ejecutivo vasco apreciar que la voluntad de las instituciones europeas para poner en marcha una adaptación del plan Peace que se desarrolla en Irlanda del Norte es real. Aunque Urkullu advirtió el martes de que la organización armada debe avanzar en su desarme para que Euskadi pueda aspirar a acceder a estos fondos europeos, ayer planteó la posibilidad de "aprovechar en este momento el compromiso del pueblo vasco, de sus instituciones y de sus movimientos sociales" para poner en marcha "think tanks también en colaboración con las instituciones europeas para saber apostar por cuál tiene que ser el modelo de convivencia".
Pese a ello, el Partido Popular mostró ayer su contrariedad a las peticiones de Urkullu a la Unión Europea. El presidente de los populares vizcaínos, Antón Damborenea, consideró que "no es en Bruselas" donde se va a terminar con la organización armada y emplazó a Urkullu y al PNV a ser "más exigente" con Bildu para que solicite la disolución de ETA.