MADRID. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su homólogo británico, David Cameron, ratificaron ayer su apuesta "reformista" para volver a la senda del crecimiento, aunque el jefe del Ejecutivo español consideró que "no bastan los esfuerzos de los países, sino que la UE debe hacer también más y de forma urgente". Rajoy y Cameron, que ya se habían entrevistado en Londres y con motivo de otras cumbres internacionales, se reunieron ayer por vez primera en Madrid, pero la agenda del encuentro quedó trastocada por el fallecimiento de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher. Ambos conocieron esa noticia durante su reunión y Cameron, en vez de comparecer junto a Rajoy en rueda de prensa, decidió regresar de forma inmediata a Londres y anular el viaje que tenía programado a la tarde a París.
Así, a la comparecencia sólo acudió Rajoy quien destacó que la economía fue el eje central del encuentro. El presidente español aseguró que ambos mandatarios se reafirmaron en sus "ambiciosos" programas de reformas y medidas de ajuste del déficit público. Pero ante la evolución de la situación en la zona euro y la decisión del Tribunal Constitucional de Portugal, Rajoy subrayó que "no bastan los esfuerzos de los países y la UE debe asumir un esfuerzo urgente y mayor". A su juicio, la línea a seguir es avanzar de forma "clara y nítida" hacia la unión bancaria y fiscal.
el BCE Pero Rajoy fue más allá y pidió a la UE que se plantee aumentar las competencias del BCE para equipararlas a las de otros entidades como la Reserva Federal de los Estados Unidos, el Banco de Inglaterra o el de Japón (lo que permitiría usar armas como la devaluación de la moneda para inyectar liquidez).
En relación con el futuro de la UE, Rajoy dijo que abordó con Cameron el debate que ha abierto sobre la posibilidad de que el Reino Unido abandone el club europeo. El presidente le trasladado que observa ese proceso "con respeto" y subrayó que le alegra que él se haya manifestado "claramente partidario de la permanencia".
Le transmitió igualmente su convencimiento de que, sin necesidad de ningún tipo de privilegio y manteniendo sus obligaciones, lograrán encontrar la forma de seguir siendo uno de los principales socios europeos tanto por el interés estratégico del Reino Unido y de los ciudadanos británicos, como del interés de Europa en general.
Gibraltar Como único tema espinoso, Rajoy y Cameron abordaron la problemática de Gibraltar. Al respecto, el presidente español reconoció que el Peñón es el "principal diferendo" en la relación entre España y el Reino Unido y, ante ello, mostró su absoluta disposición al diálogo sobre las cuestiones que les separan para lograr juntos "un nuevo marco efectivo" para tratarlas.
Otros temas en la agenda fueron los conflictos en Mali y Siria, donde, según Rajoy, ambos países están cooperando para la restauración de la paz, la integridad territorial y la erradicación de los focos terroristas. También explicó que ambos observan con preocupación la evolución de la situación siria, con consecuencias cada vez más graves en el ámbito humanitario y regional, y que acordaron seguir trabajando en la UE para adoptar los mecanismos que faciliten la solución de la crisis y la cohesión de la oposición.
Rajoy, quien al inicio de la reunión mantuvo una conversación con Cameron en inglés sin necesidad de traductor, recordó que no visitaba España un primer ministro británico desde 2006.