madrid. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió ayer de que existe un mayor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer entre los japoneses que se vieron más afectados por el accidente nuclear de Fukushima en marzo de 2011, si bien el riesgo para la salud de la población nipona en general y de la mundial en su conjunto es mínimo. Ésta es una de las principales conclusiones del informe realizado por expertos internacionales sobre las consecuencias del desastre de Fukushima y que ayer fue publicado por la OMS.
Estos expertos recomiendan a quienes residen cerca de la antigua central "vigilancia continuada a largo plazo y revisiones médicas de estas personas".
La directora de Salud Pública y Medioambiente de la OMS, Maria Neira, explicó que "el desglose de los datos en base a la edad, el sexo y la proximidad con la central nuclear muestra un mayor riesgo de cáncer para las personas que residen en las zonas más contaminadas". "Fuera de ellas, incluso dentro de la prefectura de Fukushima, no se prevén incrementos de la incidencia del cáncer". Así, según la OMS, se prevé un 4% más de todos los cánceres en órganos entre las mujeres que se vieron expuestas cuando eran niñas, quienes también tendrán un 6% más de riesgo de contraer cáncer de pecho. Este grupo de población tendrá también un 70% más de probabilidades de contraer cáncer de tiroides (normalmente el riesgo de este tipo de cáncer es de un 0,75%).
En cuanto a los hombres que se vieron expuestos al accidente nuclear en su infancia, tendrán un 7% más de riesgo de contraer leucemia. En cuanto a los trabajadores de los servicios de emergencia que trabajaron en la central tras la tragedia, se estima que "unos dos tercios" de ellos tienen riesgo de contraer cáncer con las mismas probabilidades que el resto de la población, mientras que el tercio restante tiene un mayor riesgo.