donostia. El nuevo diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, defendió en su discurso como candidato la necesidad de alcanzar una "solución política (del conflicto) en la que cada una de las partes gane", al tiempo que se mostró dispuesto a "trabajar para la desaparición de cualquier tipo de violencia, amenaza, presión, persecución, detención y tortura". Para ello, Garitano abogó por "hacer frente al sufrimiento de todas las víctimas que ha generado el conflicto" y "del mismo modo, en este nuevo ciclo tendremos que abordar la cuestión de los presos".

Definió la actitud de Bildu ante el reto de la pacificación y la normalización política como una "apuesta firme por la superación definitiva del conflicto". En esta línea valoró positivamente la necesidad del diálogo, "método único y más eficaz": "El diálogo entre diferentes va a superar las distancias entre unos y otros, y es el único medio para superar la desconfianza y el desconocimiento mutuo que genera la distancia". Arrancó su discurso con una reflexión sobre el 22-M y la "fotografía que ha dejado en Euskal Herria", partiendo del nacimiento que tuvo la coalición -bajo la "lupa" del Ministerio del Interior- y aseguró que se abre una "nueva fase", por lo que "no hay razón para aplicar políticas del pasado", ya que "este momento histórico no acepta políticas de retrovisor". Por eso, recordó que "la sociedad guipuzcoana "pide un cambio político, social (respecto a la crisis económica) e institucional (para "abrir" las instituciones a los ciudadanos)", ya que en las elecciones forales de mayo los ciudadanos "premiaron la unión de fuerzas diferentes".

Como no podía ser de otra manera, las distintas cuestiones que están sobre el tablero político guipuzcoano tuvieron su relevancia en el discurso de candidatura del nuevo diputado general. Así, Garitano se mostró "en contra de la bancarización que esconden los planes actuales" de fusión de Kutxa, BBK y Caja Vital; en cuanto a la fiscalidad declaró que "se precisa una intervención seria y decidida" para ahondar en la progresividad y la redistribución por un lado y, por el otro, la "consolidación fiscal por la vía del ingreso", sin "necesidad de recortar derechos a la ciudadanía", para quien también contempló unas "políticas transversales" entre los ocho departamentos que tendrá el nuevo Gobierno foral. Garitano, que coincidió con el resto de candidatos y formaciones en la importancia de las políticas sociales, apuntó a que "el necesario desarrollo del Estado del Bienestar no debe ser afrontado como una factura".