madrid. La Presidencia Ejecutiva de Izquierda Unida a nivel federal descartó anoche emprender sanciones contra la federación extremeña por haber decidido abstenerse en la sesión de investidura del presidente de la Junta, lo que permitiría un gobierno del PP en Extremadura.
No obstante, el alto órgano directivo de IU federal reclamará a la federación extremeña que rectifique su decisión, por considerarla un "error político", según el coordinador de campaña de esta organización, Ramón Luque.
Cabe recordar que está previsto que el pleno de investidura del nuevo presidente de la Junta de Extremadura se celebre entre los días 4 y 5 del próximo mes de julio.
Tras la reunión, el secretario de Organización de IU, Miguel Reneses, ha dado cuenta de la resolución aprobada por la Presidencia, que ha sido aprobada por 30 votos a favor y dos en contra y en la que se expresa el total apoyo a Cayo Lara en su intervención en este caso.
No se ha hablado de sanciones de momento porque, según Reneses, aún se está en el tiempo de la política, no se ha producido la sesión de investidura y todavía los tres diputados extremeños de IU -Pedro Escobar, Víctor Casco y Alejandro Nogales- pueden rectificar su decisión de abstenerse.
Si no se produce esa rectificación, la dirección federal decidirá qué tipo de sanciones podrían imponerse, si bien la Presidencia es optimista y cree que la situación no es irreversible. Mientras tanto, los dirigentes nacionales de IU están dispuestos a "no tirar la toalla" y a intentar convencer a sus tres compañeros extremeños, con todos los esfuerzos que sean necesarios, de que cambien su postura para, así, normalizar también las relaciones entre ambas organizaciones.