Vitoria. El portavoz de EBreparte las críticas entre las instituciones y las entidades financieras, que han propiciado un alto nivel de rechazo a las VPO entre los gasteiztarras por la falta de financiación.
Vitoria tiene más de 10.000 viviendas vacías y, sin embargo, muchísimos vecinos aún no pueden acceder a un piso en condiciones asequibles. ¿Qué medidas pondría en marcha para dar la vuelta a este escenario?
El único grupo municipal que en estos años ha hecho iniciativas para poner en el mercado las viviendas vacías ha sido Ezker Batua. Desgraciadamente, las Juntas Generales no han respondido en positivo a esta petición y aplican la misma solución: No hacer nada. La inacción de las diputaciones en la persecución de este derroche social es flagrante. A pesar de que el anterior Gobierno Vasco inauguró el programa Bizigune, sigue habiendo personas bastante insolidarias y una Administración consentidora.
El precio de la vivienda libre no para de bajar, pero la ciudad sigue entre las más caras del Estado. ¿Cree inevitable un mayor reajuste?
El problema surge cuando los bancos no dan financiación e imposibilitan que las personas puedan acceder a una vivienda, incluso cuando hablamos de pisos protegidos. Es realmente escandaloso que haya personas que según los criterios del Gobierno Vasco pueden entrar en las listas de Etxebide y luego las entidades financieras les priven de ese derecho. Aquí hay un gravísimo desajuste que está permitiendo que un 30 o 35% de los beneficiarios de VPO, a pesar de que desean la vivienda, no pueden acceder a ella.
Se habla insistentemente de impulsar el alquiler social, pero las opciones actuales no contentan a muchos aspirantes. ¿Qué modelo propone?
No hay ninguna vivienda pública en alquiler que esté vacía. Todo el mundo está accediendo a ellas. Lo importante es que la vivienda pública en Euskadi siempre ha tenido un alto nivel de calidad y hay que seguir insistiendo en ello. Hace falta mucha vivienda pública en alquiler protegido, con rentas proporcionales al nivel de ingresos de los beneficiarios, pero tenemos la duda de que el Gobierno Vasco vaya a responder a esta demanda. Se está dando un claro parón en la promoción de vivienda social en alquiler y eso va a repercutir en que muchos demandantes no van a poder acceder a su derecho porque no tienen ingresos para poder comprar. Su único mercado posible es la vivienda en alquiler, y el Gobierno Vasco no va a dar una oferta suficiente para esa demanda.
¿Abogaría por modificar la Ley, que limita a cinco años prorrogables y en función de los ingresos la permanencia en pisos de alquiler social?
En este momento, hay una demanda muy importante de personas con rentas bajas y no podemos dificultarles su acceso a estas viviendas. Hay que satisfacer esta demanda, y la política de vivienda se tiene que adaptar a ella. La política de hoy tiene que ser de importante promoción de vivienda en alquiler social. Cuando se satisfaga esa demanda deberán volverse a analizar las necesidades en función de la realidad social. La política del futuro deberá hacerse en el futuro.
Las deficiencias en pisos de protección oficial se han hecho últimamente habituales. ¿Quién debería asumir las responsabilidades?
Los defectos de construcción se producen de una forma proporcional a la cantidad de viviendas que se hacen. Se publicitan más las deficiencias de las públicas porque las instituciones son las principales promotoras de vivienda. Además, la vivienda protegida tiene una mayor fiscalización que la privada. Estamos convencidos de que la vivienda protegida no tiene una construcción con más defectos que la privada.
¿Los microsorteos de VPO son una buena solución para acabar con la demanda?
La fórmula actual es exitosa, porque ha conseguido el efecto para el que fue creada. En todos nuestros sorteos hay una demanda más que suficiente y está habiendo lista de espera, por lo que no ha terminado todo el ciclo. Sí que tenemos que pensar en la siguiente etapa, en la que habrá que construir vivienda para satisfacer la demanda. Cuando acabe la lista de espera, habrá que hacer un análisis de la demanda post-Etxebide y, cuando lo tengamos, habrá que promocionar viviendas que satisfagan esa demanda. Ahora no toca. No nos anticipemos ni cometamos errores, porque el margen de error debe ser mínimo. Por adelantar el modelo no vamos a mejorarlo. No vamos hacer un modelo de promoción que no cubra las necesidades, porque sería una irresponsabilidad supina.