TRÍPOLI. Las milicias de los opositores al régimen libio de Muamar al Gadafi en la ciudad de Misrata recuperaron partes estratégicas de la ciudad como el hospital central y el puente de Misrata, cerca del acceso occidental de la ciudad, mientras continuaban los bombardeos de la OTAN, informó ayer Al Jazeera. El hospital, que estaba siendo renovando, fue utilizado por las tropas de Gadafi como punto estratégico. Los combates perdieron el viernes intensidad. Los opositores al régimen contabilizaron 13 heridos, según fuentes hospitalarias.

Además, a primera hora de la mañana de ayer tres personas murieron en un ataque aéreo de la alianza militar contra un búnker de las fuerzas leales al régimen en Trípoli. El portavoz del gobierno de Gadafi, Mussa Ibrahim dijo a los reporteros en la capital libia que el área atacada en Bab al Aziziyah, no estaba siendo utilizado y que no quedaban municiones.

El ataque tuvo lugar horas después de que Gadafi anunciara su retirada de Misrata. Los días anteriores todavía tenían lugar duros enfrentamientos armados en esa ciudad, especialmente en la vía Trípoli, un eje estratégico de la ciudad, donde se determina el curso de los combates.

Además, el miércoles dos fotógrafos occidentales perdieron la vida. En total se estima que estos días murieron 100 combatientes rebeldes. Los insurgentes se hicieron también con el control del edificio de una compañía de seguros desde donde hay muy buena visión de todo el centro de Misrata. Se trata de un bloque que empleaban francotiradores para disparar contra civiles. Medios de comunicación informaron que las tensiones disminuyeron notablemente en toda la ciudad.

El régimen de Gadafi en Trípoli trataba entre tanto de salvar su imagen tras la derrota en Misrata. El viceministro de Asuntos Exteriores, Jalid Kaim, comunicó en la noche de ayer que el líder libio había ordenado la retirada de sus soldados. "La situación en Misrata será manejada por las tribus de la zona y la población en Misrata, ya sea con violencia o en negociaciones", dijo ante la prensa el viceministro de Asuntos Exteriores, Khaled Kaim, según difundió en la noche del viernes la cadena árabe Al Jazeera. Un portavoz de los insurgentes en Bengasi reaccionó con sorna a las explicaciones de Kaim. "¿Y qué tribus son las que apoyan a Gadafi?", preguntó Ahmed Bani, según informaciones del canal estadounidense CNN.

Si las tropas gubernamentales abandonasen Misrata "el juego habría terminado", sostuvo. Sin embargo, puso en duda que fueran a hacerlo realmente. Las tropas de Gadafi mantienen sitiada Misrata desde hace casi ocho semanas. El único acceso a la ciudad situada a unos 210 kilómetros al este de Trípoli es por mar. Recientemente miles de trabajadores subsaharianos, que se vieron sorprendidos por el estallido del conflicto armado, fueron evacuados de la ciudad, junto con decenas de combatientes y civiles heridos. La ciudad de Misrata estuvo tomada por las fuerzas gadafistas desde el comienzo de la revolución, el pasado 17 de febrero, y según fuentes médicas más de mil personas, en su mayoría civiles han muerto y otras tres mil han resultado heridas. La villa y sus alrededores fueron bombardeados por miles Grad y obuses de diferentes calibres a lo largo de estas últimas ocho semanas. Las fuerzas de Gadafi fueron acusadas de utilizar bombas de racimo, prohibidas por la comunidad internacional, en sus ataques a Misrata, pero el Gobierno de Trípoli lo desmintió.

Además de los bombardeos, un gran número de personas han perdido la vida por disparos de los francotiradores que tomaron posiciones en los tejados de los edificios, sobre todo en la avenida de Trípoli, principal arteria de la ciudad. Barcos fletados por diferentes países y organizaciones internacionales han conseguido evacuar a millares de personas, muchas de ellas extranjeras.

En el plano humanitario, la ciudad ha vivido un verdadero drama durante los últimos dos meses, en razón a los cortes de electricidad, de agua y a la dificultad para aprovisionarse de productos alimenticios.