vitoria. La escena política vasca recupera su relativa calma tras una semana de agitadas marejadas por la presentación de Sortu y su solicitud de registro en el Ministerio del Interior. Pasado el vendaval inicial, las formaciones vascas ajustan ya sus posiciones y sus mensajes respecto al proceso de legalización -o ilegalización- abierto, sin que eso impida que de vez en cuando aparezcan voces algo discordantes con los discursos oficiales.

Es lo que ocurre en el PSE, donde ayer el siempre personal alcalde de Donostia, Odón Elorza, manifestó durante una intervención en la Convención Municipal del PSOE en Sevilla que ve "muchos más que brotes verdes" en el mundo de la exBatasuna. Elorza se refirió expresamente al hecho de que la presencia de exdirigentes de Batasuna relacionadas con las nuevas siglas pueda suponer un elemento para argumentar la continuidad del nuevo partido y su ilegalización. El primer edil hizo hincapié en que el movimiento de izquierda abertzale radical, fuera cual fuera, "va a ser una continuidad del anterior, porque las personas no pueden desaparecer". Recordó que también hubo una continuidad "en muchísimos casos" entre la derecha española franquista y la derecha democrática, pero ese cambio de actitudes fue "muy estimable y muy valioso" para la transición.

Dentro de una línea más ortodoxa, el secretario general de los socialistas alaveses, Txarli Prieto, apuntó al PNV que un requisito para que Sortu pueda ser legal y concurrir a las elecciones debiera ser que reclame la desaparición de ETA. Durante unas jornadas celebradas en Vitoria de las Juventudes Socialistas alavesas, Prieto advirtió de los "riesgos de correr mucho y dejar a parte de la sociedad tirada" en un proceso de legalización de la izquierda abertzale que, a su juicio, no debe ser la que imponga los ritmos. Así, argumentó que la legalización de Sortu no puede despacharse con una mera "inscripción en el registro" de partidos, sino que tendrá que ser el Tribunal Supremo el que determine si el nuevo partido de los "abertzales radicales" puede concurrir a las elecciones y participar en la vida política como el resto de formaciones.

En el PP vasco, el discurso se ha modulado respecto a las primeras reacciones de comienzo de semana, pero sin demasiadas concesiones. La iniciativa presentada por el parlamentario Carlos Urquijo para su debate en la Cámara vasca deja poco lugar a dudas. En una proposición no de ley, Urquijo pide al Legislativo que asuma "como propios" los "principios rectores" de la Fundación Víctimas del Terrorismo. Según recuerda, "este documento exige que el final de ETA no suponga impunidad judicial para los criminales ni tampoco impunidad histórica para un proyecto totalitario, construido desde el terror ". El presidente del PP de Bizkaia, Antón Damborenea, apostilló: "No vamos a hacer la ola ni la campaña a gente que, a día de hoy, ni siquiera ha condenado la violencia de ETA; no estamos dispuestos dar otro balón de oxígeno al terrorismo para que al día siguiente de las elecciones continúe con su actividad, bajo la marca que sea".

Por su parte, el portavoz de Presidencia de Ezker Batua-Berdeak, Serafín Llamas, pidió al lehendakari que logre aprobar "una declaración institucional que favorezca la legalización de Sortu" tras la ronda de contactos que va a realizar con los partidos.