Vitoria. Hasta la fecha, la posición del PP como firmante del acuerdo de bases ha sido muy cómoda. Puede hacer suyos los aciertos del Gobierno Vasco y ser el primero en criticar los errores, pero ahora que hay que bajar el sueldo a los funcionarios, a los populares les toca retratarse. El Gobierno tiene que llevar al Parlamento, en forma de Proyecto de Ley, el paquete de recortes de Zapatero, pues los Presupuestos sólo se puede retocar con una norma del mismo rango. No se puede, pues, sacar adelante las medidas por decreto, y eso obligará a todo el mundo a posicionarse.
Así, el PP también se tendrá que manchar los zapatos con esta impopular medida y votar sí, aun a riesgo de quedar en evidencia, después de haber rechazado los recortes de Zapatero, o bien hacer honor el acuerdo de bases. El tijeretazo es el mismo, aunque "ajustado a la realidad vasca", como señaló López la semana pasada, pero el PP debe lealtad a Patxi López, y además el Ejecutivo le va a dar el trato preferencial que le debe como sustento del Gobierno del cambio.
Así, Idoia Mendia explicó que primero hablarán con el PP, y luego con el resto de grupos. Además, la portavoz del Gobierno explicó que el recorte a los salarios de los funcionarios se extenderá a los trabajadores de las sociedades públicas, unos entes que Antonio Basagoiti , presidente de los populares vascos, quiere reducir a la mitad. "Esperamos encontrar un camino común", deseó ayer Mendia, y probablemente lo hallen, pues el discurso de Basagoiti el jueves pasaba más por el rechazo a una eventual subida de impuestos que por los recortes en sí, heredados de Zapatero por decreto y de los que por tanto Patxi López no es más que el obligado brazo ejecutor. En todo caso, el Gobierno va a trabajar "en los próximos días para alcanzar los consensos necesarios", lo que también supone un llamamiento al PNV para que diga sí al recorte, o como mínimo se abstenga para no obstaculizar su aprobación. La posición de los jeltzales pasa más por criticar que hasta ahora no se haya reaccionado ante el déficit que por las medidas de urgencia adoptadas por Zapatero -con la salvedad de las pensiones-, con lo que podría facilitarle la labor al Gobierno y a la vez acusarle, como hizo el jueves, de haber puesto en práctica hasta la fecha lo contrario de lo que predica. Otra cosa son las diputaciones, gobernadas las tres por el PNV y responsables de los impuestos, una medida que de momento rechazan. Ayer Bizkaia criticó la falta de información con respecto al paquete de recortes por parte del Gobierno, con el que confrontará postulados fiscales en el Órgano de Coordinación Tributaria.
Pero ahora lo que urge es aprobar la ley que dará carta de naturaleza al tijeretazo. El tiempo se echa encima, pues el periodo de sesiones acaba el 30 de junio y en principio no hay intención de ampliarlo a julio. Así, los consensos que reclama Mendia se deben recabar de forma inminente, para no entorpecer un trámite parlamentario que, aun con el acuerdo precocinado, ya iría contrarreloj. El Gobierno pretende aprobar la ley a finales de este mes, y por ello ha elegido el trámite de urgencia. La Mesa, que ocupan PSE, PP y PNV, puede de esta forma reducir a la mitad o más los plazos ordinarios que exige la aprobación de una ley.