La política es así, a veces no hace falta un Delorean tuneado por Doc para viajar en el tiempo. Vuelve Carlos Iturgaiz a la primera línea, nada menos que como candidato a lehendakari, fulminación previa y sin consideraciones de Alfonso Alonso mediante. Plis plas. Ríete tú de Juego de tronos: de dar el portazo hace menos de un año porque Génova te sitúa en el puesto 17 de la lista electoral al Parlamento Europeo y sabes que no vas a salir, a que Génova te señale con su dedo divino, al más puro estilo aznariano, para ser nada más y nada menos que aspirante a lehendakari, pasando por encima del PP vasco. “Aunar fuerzas con Vox” y luchar contra el proyecto “fasciocomunista que quiere romper España” fueron dos de los mensajes que dejó en su debut ayer Iturgaiz. En el fondo, probablemente, Génova está más preocupada de definir una estrategia de ámbito español, que intente fagocitar a Ciudadanos y achicar espacio a Vox, que en el devenir del PP vasco, que probablemente importa ahora mismo medio pimiento, teniendo en cuenta su peso por ejemplo en el grupo parlamentario popular en el Congreso. Y de paso, por qué no, pasar factura por el apoyo de Alonso a Saénz de Santamaría en su día y por los rifirrafes públicos de los últimos tiempos con Álvarez de Toledo. La política es así.