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Bogando por la red

Asesinatos orquestados

Al final, Benjamin Netanyahu se ha salido con la suya

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Asesinatos orquestados

El otro día escribía aquí sobre los paracaídas de la vergüenza sobre Gaza. El mundo debe ayudarles, pero el cómo se nos resiste. Las buenas intenciones no sirven de nada si, al final, la ayuda no sirve y lo que queda es destrucción y caos. Peor aún: si, lo que debería ser un refugio, termina siendo un “asesinato orquestado”. Así es como se ha referido Médicos Sin Fronteras a los puntos de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza, “escenarios de asesinatos orquestados y deshumanización que deberían cerrarse”. Desde que lo he leído, no he conseguido sacarme el término de la cabeza.

Controlar, pero no gobernar

Al final, Benjamin Netanyahu se ha salido con la suya. Su gobierno ha aprobado el plan militar para ocupar Gaza. Una operación que, como el propio Netanyahu ha matizado, busca tomar el control militar del enclave palestino, pero “no quiere gobernarlo ni anexionarlo” (El Nacional). Su objetivo, dice, es establecer un perímetro de seguridad y entregar el control del territorio a “las fuerzas armadas que la gobernarán correctamente”: “No queremos conservarla. No queremos estar como órgano de gobierno”, ha declarado. No les hace falta. Eso lo hará su gobierno puesto a dedo.

Por fin un gesto

¡Por fin!: “Alemania suspende las exportaciones a Israel de armas para que no puedan usarse en Gaza” (El Español). El canciller alemán, Friedrich Merz, ha anunciado la suspensión de las exportaciones de equipo militar a Israel si éste puede utilizarse en la Franja de Gaza tras la decisión del gobierno israelí de ampliar allí sus operaciones. Han hecho falta 60.000 muertos, pero no hay mal que por bien no venga. Viene, además, de un país aún acomplejado por lo que hicieron hace 80 años y que, por ello, ha jugado el papel del principal aliado de Israel en Europa. Ojalá otros le sigan en este movimiento.

¿Dónde y haciendo qué?

Nueve meses, 228 muertos y 86 condecoraciones a policías y a sus escoltas después, todavía no sabemos qué estaba haciendo Carlos Mazón el día en el que la DANA asoló Valencia. Y probablemente no lo sepamos nunca, porque hay sobre todo ello, al parecer y según la periodista de Levante-EMV Laura Ballester, un pacto de silencio: “Se ha intentando por activa y por pasiva solicitar información sobre lo que hizo Carlos Mazón el día y la tarde del 29 de octubre, pero todos se topan con el muro del aforamiento del que goza”. Qué bonito ejemplo de transparencia y rendición de cuentas sería. ¿Se lo imaginan?

Toldos

“Ni toldos, ni cañas, ni centros comerciales: el calor en las ciudades se combate con el diseño urbanístico”, aseguran en Público. En episodios tórridos como el que estamos viviendo, el debate sobre la forma más efectiva de luchar contra el achicharramiento se reabre. Las piscinas están muy bien, para quien se la pueda permitir (el 90% son propiedad privada de hoteles, urbanizaciones o casas particulares). Al resto nos quedan las piscinas públicas y el deseo de que el diseño urbanístico de las ciudades entienda que debe escapar de los monstruos de hormigón. Nada tan barato, efectivo y, además, bello como un árbol.