La Última Cena de la discordia
A mi tampoco me gustó el momento “Última Cena” de la ceremonia de inauguración de los JJOO, pero no puedo evitar sorprenderme al ver hasta dónde ha escalado el asunto: “Abogados Cristianos denuncia a Francia por la ceremonia de inauguración de los JJ.OO.” (Huffington Post). Defienden que el espectáculo infringió tres artículos sobre libertad de religión y protección de la diversidad religiosa de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE. Es difícil, pero defender la libertad implica entender que veremos cosas que nos gusten y otras que no y aceptar que ésas son las reglas del juego.
Esto no es libertad, es otra cosa
Ojo, que una cosa es entender que puede haber cosas que no nos gusten y otra muy distinta, entrar en el terreno del insulto y la amenaza. La alcaldesa de Estella, Marta Ruiz de Alta (UPN) puede estar políticamente en mis Antípodas, pero de ahí a justificar la canción cargada de “lindezas” que le ha dedicado un vecino…oiga, no. “Quítala, deshazte de ella, mátala”, “Está muy seria, perra amargada, en la poltrona se queda apoltronada” o “Si siguen así, arderá el Ayuntamiento”. Creo que todos tenemos claro que esto, además de sobrepasar con creces la frontera del buen gusto, puede ser constitutivo de delito, ¿no?
Intersexualidad en los JJOO
El caso de Imane Khelif, leemos en Xataka, “ilustra los enormes problemas de los JJOO para gestionar la intersexualidad”. La argelina es noticia porque boxeó con la italiana Carini haciendo que ésta se retirara a los 46 segundos. Su aspecto no encaja en los cánones de feminidad y esto ha llevado a muchos a escribir barbaridades tales como que es trans y está hurtando su oportunidad a las mujeres por competir en categoría femenina. La realidad es que Khelif es (siempre ha sido) mujer, Argelia no es precisamente la Arcadia feliz del colectivo LGTBI y nos llenamos la boca con respeto e igualdad, pero seguimos juzgando por el aspecto.
El bronce de Pau
Vamos a terminar en tono amable. ¿Por qué me gustan los Juegos Olímpicos? Porque, además de que transmiten valores positivos, dígame qué otro evento consigue que sigamos extasiados deportes que hasta ahora nos eran completamente ajenos y celebremos saltos, golpes y piruetas como si entendiéramos algo y como si nos fuera la vida en ello. Lo explica a la perfección Albert Ortega con el bronce de Pau Echaniz en el K1: “Qué son los Juegos Olímpicos? Gritarle a la televisión para que gane deportista de tu país al que no conocías hace una hora y vivirlo como si fuera alguien de tu familia o un amigo”.
Reina Simone
Siguiendo con el párrafo anterior, llevo ya más horas de gimnasia artística de las que puedo contar y menos mal, porque qué bonito poder ver en directo que alguien logra mantener a raya a sus demonios y volver por la puerta grande al Olimpo al que pertenece. Simone Biles lo ha vuelto a hacer. Oro por equipos y primera mujer en medio siglo en ganar dos veces el concurso completo individual de gimnasia. Sexto oro, novena medalla olímpica…empieza a acaparar cifras como sólo lo hacen los grandes, con la magia de que ella tuvo la valentía de no ocultar sus vulnerabilidades. Lección dentro y fuera del tapiz.