El especial de Los Serrano, emitido con motivo del 20º aniversario de su estreno, ha estado a la altura que su último episodio: ha sido una decepcionante tomadura de pelo. Sí, esto también parece un sueño, una tardopesadilla de sábado por la mañana, que es donde alguien en Tele 5 ha camuflado el especial, en ese tramo subcontratado que lo mismo te lo ocupa una marca de coches, una colección de discos noventeros que la enésima reposición del programa de turno en prime time al que ya no le queda leche en la teta pero alguien en la cadena pide seguir ordeñando a ver si, aunque sea, da agüilla para rellenar yogures.
Ahí ha terminado ese esperado especial de Los Serrano que nos vendieron con forma de reencuentro de sus protagonistas siguiendo los pasos del elenco de Friends, pero que en realidad ha consistido en juntar a cuatro influencers que no tienen nada que contar porque ni siquiera sabían si el personaje de Antonio Resines (Diego) estaba divorciado o era viudo ni a qué hostias se dedicaba Belén Rueda (Lucía) por allí. Frases quedabien para salir en la tele defendiendo incluso el imposible de que el final fue bueno porque seguimos hablando de él (y de la Guerra Mundial, no te jode). Apenas se salvaron la cuatro frases recortadas de su creador, Daniel Écija, barriendo para casa al hablar de un éxito multimillonario de audiencia que nació como comedia costumbrista, continuó como un supermercado de marcas (no solo de desayuno) y acabó como un melodramón mimetizándose con las modas del momento, como cuando convirtieron (los mismos responsables) Médico de familia en Urgencias sin venir a cuento.
Tele 5 ya hizo hace poco un sonrojante reencuentro de África y Raúl, los personajes secundarios de Los Serrano interpretados por Alexandra Jiménez y Alejo Sauras, dentro del programa de cuarta mano cedido a Paz Padilla el tiempo justo tras verse obligados a readmitirla ante un despido cuanto menos sospechoso antes de que se liara gorda en un juzgado. Aquel desastre, donde la vergüencita de una fórmula caduca impregnó a actores y espectadores, tuvo al menos la virtud de reunir y dejar hablar a ambos actores, algo que en el reencuentro de Los Serrano ni sucedió. Fue como un episodio mudo donde todo lo inédito que ofrecieron fueron apenas veinte segundos del reencuentro de los protagonistas para el nuevo videoclip de Fran Perea. Y ya.
Se entiende ahora que, viendo peligrar su integridad física, alguien de la pantalla amiga en su intento de evitar que los fans de la serie se acercaran con antorchas a rodear (o algo más) Tele 5 acabara programando el especial a las once de la mañana de un sábado de resaca para bajar cualquier expectativa, no vaya a ser que, entre tanta promoción, alguien pensara que habían hecho algo digno o incluso grabado un capítulo especial como en Física o química, que ahí sigue en la plataforma de pago de un tacaña Antena 3 que se resiste a emitirlo en abierto antes de que sus seguidores sean abuelos.
Tele 5, ese canal que camina como un cangrejo, ha perdido una ocasión de oro para montar un buen programa en prime time en torno a la nostalgia amable de una serie que todos vimos y recordamos. En su lugar, programó una versión zombi de Salsa Rosa (aquel remiendo de Tómbola) con su presentador de antaño, Santi Acosta, para hablar a destiempo de Ana Obregón. En Tele 5 uno más uno son cero, quién me lo iba a decir que era tan fácil... cagarla así.