ituada en un lugar estratégico, por su cercanía con Legutiano, la parte nordeste Zigoitia fue primera línea de fuego en la cruel guerra donde batallones de gudaris y milicianos defendieron las libertades vascas y republicanas contra la sublevación franquista. Pueblos como Murua, Etxaguen, Acosta, Zestafe, Eribe, Nafarrate y Elosu, fueron lugar de encarnizados enfrentamientos y numerosas muertes. Sus campos y bosques quedaron sembrados de cuerpo sepultados, algunos pocos luego recuperados.

Como en otros mucho lugares de Euskal Herria, aquella contienda dejó huellas dolorosas surcadas en la memoria de quienes la sufrieron y mantienen sus recuerdos, con frecuencia ocultos en años de silencio; también quedaron huellas de trincheras que como cicatrices imborrables cruzan nuestros montes y de fosas ocultas con tantas personas, víctimas de los encarnizados combates.

En medio del miedo y represalias, aquellos recuerdos están todavía vivos en muchas personas y es un deber de justicia y honestidad histórica recuperarlos con honestidad y objetividad respetuosa.

Así lo ha tratado de hacer Abadelaueta Elkarte Etnografikoa, con el número 11 de su revista Zigoitiko Akelarrea que se comenzó a editar en 2008 con una sección titulada “gerra zibila Araban eta Zigoitian”. Presenta aspectos de la memoria e historia de aquella guerra injusta iniciada por la sublevación contra el régimen democrático establecido.

Para ello se parte de un excelente estudio histórico de Josu Santamarina, al que siguen luego relatos, aspectos sociológicos, testimonios entrañables de personas que recuerdan el impacto en su infancia de los dolorosos acontecimientos que vivieron como niños y niñas cuya crudeza, sufrimientos, traslados quedaron gravados en su memoria.

La revista informa sobre la fosa de Etxaguen donde fueron sepultados ignominiosamente doce milicianos de los que once fueron exhumados con la colaboración de este pueblo, del Ayuntamiento de Zigoitia y, de la sociedad de ciencias Aranzadi/Zientzia Elkartea hace cinco años.

También se aporta un reportaje de los frentes tanto franquistas como republicanos, cuyas trincheras quedaron cubiertas por la vegetación de árboles y arbustos, como si la naturaleza hubiera querido cubrir tanto sufrimiento provocado; ahora pueden recorrerse por caminos balizados.

Abadelaueta Elkarte Etnografikoa no sólo ha elaborado este número sobre la Guerra Civil en Zigoitia; también ha ido y continúa trabajando en la recuperación de los vestigios y huellas que dejó aquella guerra en nuestra tierra, en nuestros pueblos, en nuestra gentes.

El objetivo de este número y trabajos no es abrir heridas cicatrizadas, sino ser memoria honesta que no puede ser olvidada sino mantenida, reconociendo a todas sus víctimas y abriendo caminos de reconciliación y convivencia, a través de nuestra memoria e historia. También quiere ser oferta pedagógica para las nuevas generaciones en Zigoitia a fin de seguir progresando en fidelidad y agradecimiento a quienes tuvieron que sufrir aquella injusta guerra en el Estado y en Euskal Herria, especialmente reprimida.

Como se dice en el epílogo, el objetivo de éste número y de otros trabajos de Abadelaueta Elkarte Etnografikoa consiste en colaborar en el esfuerzo por recordar nuestro pasado común, mantener nuestra memoria colectiva, valorándola y tratándola con el escrupuloso respeto ético que se merece para enfrentar nuestro presente y futuro desde el aprendizaje y beneficio conjunto.

La revista, titulada In memoriam, presentada hace unos días en el Centro Sociocultural del Ayuntamiento de Zigoitia (donde se puede adquirir gratuitamente) quiere ser también testimonio de solidaridad con tantos pueblos y personas de Euskal Herria y otros lugares que sufrieron las consecuencias de aquella guerra, para superar conflictos desde la justicia y contribuir a la paz.

Abadelaueta Elkarte Etnografikoa