Después del bochornoso espectáculo que nos han vuelto a ofrecer sus señorías en su afán de ocupar sillones y perpetuarse lo más posible en aposentar en ellos sus posaderas cuando les venga bien, el rey Felipe VI que ya se las sabe todas, al igual que él y su familia saben que los congresistas se van corriendo con sus pagas a disfrutar y el 95% a esperar ordenes de las cúpulas de sus partidos que son quienes deciden, cuando sea el momento el signo de su voto.
Por ello y como están las cosas, soy de los que opino que la disolución de las Cámaras y el que se hiciesen unas nuevas elecciones, hubiera sido un ahorro para el erario público e incluso algunos se hubiesen quedado en casa en expectativa de destino. Se ríen a mandíbula batiente de la ciudadanía y aquí me las den todas. Aprovechando que el ciudadano de a pie está buscando la fórmula de salir de la rutina diaria y haciendo cuentas para ver hasta dónde puede llegar. Son bastantes los millones de sus señorías han despilfarrado y lo van a seguir haciendo en estos compas de espera que no tienen pinta de resolver los inquietantes problemas que señalan al país.