A paseo
El día amanecía ayer con la renuncia del juez Manuel Marchena a presidir el Consejo General del Poder Judicial y, por ende, el Tribunal Supremo. “Jamás he concebido el ejercicio de la función jurisdiccional como un instrumento al servicio de una u otra opción política”, comenzaba Marchena su breve comunicado. Una manera versallesca, no exenta de contundencia, de mandar a paseo a PSOE y PP después de haberle colocado en la picota públicamente. Como las alegrías van por barrios, ayer escuché teorías para todos los gustos: desde quienes afirmaban con vehemencia que el PSOE había orquestado una campaña para cargarse la candidatura del conservador Marchena, hasta quienes glosaban sin ningún género de dudas que el PP había reventado desde dentro el acuerdo con la filtración del famoso whatsapp de Cosidó -whatsapp prácticamente urbi et orbe, enviado a más de un centenar de personas en un ejercicio de discreción pasmoso para un político bregado, lo que ayer también despertó no pocas sospechas conspiranoicas- ante el malestar en las filas populares por no ostentar mayoría en el CGPJ. Todo esto, más vale, teniendo en cuenta que PP y PSOE, PSOE y PP, eran quienes habían llegado al acuerdo roto ahora. Y así todo...