Pasan muchas cosas en 5.000 días. Ayer, mientras preparábamos este número 5.000 de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, pensaba en eso, en las noticias que hemos publicado. Si tengo que elegir un día, me quedo con el 20 de octubre de 2011. Aquel día, ETA anunció el cese definitivo de la violencia y DNA salió a la calle el viernes 21 con una portada blanca en la que una palabra mandaba en el centro, “FIN”, con un paréntesis bajo ella, “(o casi)”. Creo que en el fondo no pensé que llegaría a verlo y mucho menos a poder participar en la cobertura de esa noticia. Ese fue un gran día. Si preguntan en la redacción, cada uno tendrá su portada, igual que cada lector lee el periódico de una manera y esto, aunque el papel tenga un halo romántico -al menos para mí, que ya peino alguna cana-, vale lo mismo para el ejemplar que sale de la rotativa que para el que se lee en la pantalla. Confieso que suelo fijarme en cómo arranca la lectura del periódico alguien en el bar, en qué página se detiene, cuál pasa de largo. Y es que los lectores son los que dan el soplo de vida definitivo a un periódico, detrás del que hay el trabajo de muchas personas, los compañeros que hacen (hacemos) cada día estas páginas y los que las hicieron en estos números. Porque al final, esto de las noticias va de eso, de personas que cuentan historias de personas o que afectan a personas a otras personas.