Me pregunto qué pensaría el colega alienígena de Gurb de todo el follón este, “tormenta política” ya lo llaman, de los lazos amarillos. Ojo que el tema no es menor. No es menor porque lo que acaba en “tormenta política” suele ser manoseado a mayor gloria de la demagogia partidista, incluso de la manipulación, y porque el asunto tiene bastante calentitos a muchos ciudadanos, la mayoría sensatos y alguno -pro y/o anti- con ganas de liarla. Y al final, en algunos casos -cierto que puntuales- la cosa ha llegado a las manos. De modo y manera que entre quitar y poner lazos amarillos, plantar cruces amarillas, extender toallas rojigualdas y demás, el tema es que en este momento seguramente la gran cuestión política, policial, judicial y jurídica en Catalunya y en el Estado es el asunto de los lazos amarillos. Obviamente, detrás de todo esto hay un asunto mucho más trascendental y complejo, pero ahí andamos todos entretenidos con los lazos, convenientemente azuzada la polémica porque, como todo el mundo sabe, a río revuelto, ganancia de pescadores. Así que sí, me pregunto qué pensaría de todo este fregado el colega alienígena de Gurb. Porque visto todo con un poco de desapasionamiento y distancia debe de tener tela.