Esto de la I+D+i, lo 4.0, la fabricación aditiva, el big data, el emprendizaje... Que parece chino mandarín así de golpe, pero está de moda. La prueba evidente es la Liga de fútbol. Ahí está la historia del VAR, ya ensayada en el pasado Mundial. De un plumazo le han quitado toda la emoción a esas entrañables y bizantinas discusiones post jornada sobre si fue o no fuera de juego o si cayó dentro del área, que era un poco la salsilla hasta la siguiente jornada. Aunque lo cierto es que, con los calendarios actuales, la agenda futbolística se parece a aquello de que una ardilla podía cruzar la Península Ibérica saltando de árbol en árbol, solo que en este caso el aficionado al fútbol puede pasar la semana, el mes y casi casi el año descontando los días de partido en partido. El último, por ahora, factor innovador que se ha sacado de la manga la Liga es el acuerdo para jugar al menos un partido oficial al año en Estados Unidos o Canadá, previsiblemente con Real Madrid o Barcelona. Bueno, a ver cómo concretan el asunto porque así de primeras, suena pelín exótico. ¿Se imaginan que, por ejemplo, el próximo Alavés-Barça se juegue en Dallas? Leo algunas opiniones de corte empresarial que consideran que esta iniciativa puede ser interesante. Veremos.