Supongo que habrán visto la escena. Una chica camina por la calle en París y pasa junto a una terraza llena de clientes. El vídeo no tiene audio, pero se ve pasar también a un sujeto. Algo pasa. Algunos clientes miran la escena. El tipo se encara con ella y le lanza un cenicero que no llega a alcanzar a la joven. Se dirige hacia ella y le atiza una bofetada. Uno de los clientes se levanta y agarra una silla con la que amenaza al individuo, que abandona el lugar. La escena, que se ha hecho viral, comienza realmente aunque en el vídeo no se aprecie con los “ruidos con connotaciones sexuales” y comentarios que el individuo del cenicero y la bofetada le dedicó a la chica al pasar junto a ella, según ha explicado luego la joven. No era la primera vez que el mismo tipo la acosaba, ha dicho. Y la joven, ese día, contestó. Le pidió que se callara. Bajito, ha contado. Creyó que no la oiría. Pero la oyó. Y el sujeto, parece que de esos que se piensan que cualquier mujer a su alrededor tendría que estar encantada de que le dedicara su atención, reaccionó así cuando una mujer le exigió respeto. Qué cosas, respeto. El tipo reaccionó así a plena luz del día y delante de testigos. Marie, así se llama, siguió su camino. Pero luego decidió volver y el dueño de la cafetería le dio la grabación de videovigilancia para sustentar su denuncia. La Fiscalía busca al individuo.