no ha sido la corrupción generalizada. Al PP lo ha echado del poder la crisis económica, porque sin la crisis económica ni Catalunya habría implosionado ni la podredumbre habría entrado en la agenda política porque no habría emergido como no emergió cuando a casi todo el mundo le iba más o menos bien. Sin la crisis económica no existirían ni Podemos ni Ciudadanos, ni las mareas de colores, y los jubilados estarían supervisando obras en lugar de salir a protestar a la calle. Pero la crisis lo cambió todo, hasta el punto de hacer tambalear los cimientos de un sistema político que justo estaba a punto de superar en longevidad al anterior. Europa está hoy como está por la crisis económica, y Trump gobierna gracias a la crisis económica. Los ingleses se piran de la UE por la crisis económica. Al final todo es una cuestión de dinero, pero es que el dinero es sinónimo de techo, comida y confianza en el futuro para la gente de a pie. Cuando no hay pan desaparecen la igualdad, la fraternidad y finalmente la libertad. La sentencia de la Gürtel no es una causa, es una consecuencia que llega justo cuando la crisis ha terminado su recorrido dejando muchísimas víctimas a sus espaldas. La sentencia de la Gürtel es el hito que marca el fin de una época.