no creo que a ningún aficionado le parezca mal, al contrario, las renovaciones de Abelardo y Manu García. El Alavés se asegura así la continuidad de dos piezas claves para explicar la, de momento, exitosa andadura por la Primera División. La metamorfosis del equipo desde la llegada del técnico asturiano ha sido de lo más espectacular que yo haya visto en mi ya larga trayectoria como periodista. El Alavés pasó de considerarse prácticamente descendido a Segunda a competir con solvencia, e incluso con suficiencia, en la máxima categoría. Menos mal que no vino Paco Jémez... Desde aquella imprevista remontada en Girona, el Alavés de Abelardo no ha hecho sino creer y crecer. Ojalá esta magnífica segunda vuelta de campeonato suponga el inicio de una trayectoria dilatada y solvente en la élite que los seguidores albiazules podamos vivir y disfrutar. Y esperanzadora e inteligente a su vez la ampliación del contrato de Manu García, sin duda un nexo fundamental entre el equipo y sus aficionados por su condición de vitoriano y, por supuesto, por el excelente y creciente rendimiento ofrecido en el Alavés desde sus inicios allá por Segunda B. Su progresión es paralela a la del club y parece justo y conveniente que siga siéndolo los próximos años.
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