El mundo no es lo que era. Será el cambio de paradigma, el fin de ciclo o la generación millennial, no sé. Parece ser que el jefe de la CIA se reunió la semana pasada con el líder de Corea del Norte. “En secreto”. Parece bastante razonable que el jefe de los servicios de inteligencia de un país se reúna “en secreto”, por lo menos para quienes crecimos en los últimos estertores de la Guerra Fría, entre novelas de Forsyth y pelis de James Bond. Pero hoy en día “en secreto” significa que una semana después el presidente de EEUU confirma a través de Twitter la reunión. Otra noticia: Carolina Bescansa difunde una propuesta a Íñigo Errejón para intentar lograr el liderazgo de Podemos. Bescansa publicó en su canal de Telegram el documento, eliminándolo al poco tiempo. Las redes sociales, el gran peligro de nuestro tiempo. Siempre me pregunté cómo era posible que a James Bond no lo hubieran retirado después de la segunda misión, paseándose por el mundo como se pasea al grito de “Bond, James Bond”. Reconozcámoslo, como espía, discreto discreto no es, pero siempre queda lo de la suspensión de la incredulidad cuando te adentras en la ficción. A la luz de los hechos, lo de los espías y la conspiración política ha perdido, al menos en las formas, bastante glamour.