¿Cuánto vale el voto de un jubilado, una viuda o un pensionista? Parece una pregunta de difícil respuesta sometida a múltiples matices de índole personal entre un colectivo que abarca a más de ocho millones de personas... y subiendo. No obstante, Rivera y Rajoy parecen capaces de simplificar las cosas hasta dar con el dato mágico: el 2%. Ese es el acuerdo fundamental al que han llegado Ciudadanos y Partido Popular para evitar la previsible fuga de votos que se intuye tras el hartazgo explicitado por nuestros mayores en las calles después de más de un lustro de pérdida de poder adquisitivo. Con esta brutal medida de choque se presentó Albert Rivera ante los medios para justificar su voto afirmativo a los Presupuestos de 2018. Así, la derecha española pretende seguir contando con el inmenso aval electoral que les permita seguir gobernando los próximos años. Pensarán: “Con lo chocholos que están algunos, quizá estas migajas sean suficientes”. Lo dudo. La falta de respeto ha sido continua y constante hacia un colectivo al que cada vez le pagan menos y le exigen más, entre otras cosas, sostener y mantener a las generaciones más jóvenes también maltratadas por la crisis. Aparte de los recortes sufridos en salud, en dependencia... No sé yo si un 2% será suficiente para apaciguar a los viejos.