Echas la vista atrás, corta o larga distancia, y en general hay dos actitudes. Bueno, quizá antes convendría reflexionar sobre la pertinencia de echar la vista atrás, porque el pasado a veces puede ser un lastre que no deja avanzar. Pero, también en general y aunque no sea más que por mero espíritu empírico, las experiencias -exitosas o fallidas- siempre aportan enseñanzas. Aportan enseñanzas a quien quiera aprender, claro. De ahí las dos actitudes: o tomas nota, analizas y decides en consecuencia o ignoras y sigues tu camino. No creo que per se ninguna de las dos sea buena o mala, todo depende, pero me inclino de salida por la primera. Suele ser más fructífera. Y pensaba en todo esto viendo la reunión de ayer de la Ponencia de Autogobierno en el Parlamento Vasco, curioseando las distintas propuestas sobre el estatus político planteadas por los partidos y recordando los largos trabajos de esta ponencia, más allá de esta legislatura, y otros trabajos de otra ponencia, la que culminó en la propuesta de Nuevo Estatuto del lehendakari Juan José Ibarretxe, diciembre de 2004, y el largo y proceloso procés catalán y tantos precedentes de complejas negociaciones políticas, aquí y allá. Y pensaba en que mirar hacia atrás y aprender está bien, aprender para construir. Con honestidad.
- Multimedia
- Servicios
- Participación