semana importante, crucial, para Baskonia y Alavés. Ambos parecen haber encontrado el buen camino que tan torcido se había tornado al comienzo de temporada aunque, no obstante, aún siguen en la cuerda floja. Siguen los dos equipos sin margen para el error. Todavía corren el riesgo de convertir en pesadilla el esperanzador rumbo contraído en las últimas semanas. El equipo de Pedro Martínez continúa fuera de los ocho primeros clasificados tanto en la Liga como en la Euroliga. El tiempo se agota en el torneo doméstico y no cabe otra cosa que ganar este domingo al Betis en el Buesa Arena so pena de quedarse fuera de la Copa y consumar, por tanto, el primer gran fracaso de la campaña. La incógnita es si será capaz de sobreponerse al tremendo esfuerzo que supone alternar tantos partidos -hoy mismo juega contra el Armani- y esa quizá inconsciente tendencia de los jugadores de priorizar el brillo europeo a costa de relegar la Liga. En cuanto al Alavés, tiene la oportunidad cierta de repetir en las semifinales de Copa -le basta con ganar 1-0 el próximo miércoles al Valencia- aunque esta ilusión no debería desviarle de su único objetivo importante: la permanencia. Sin duda, es mucho más importante ganar este domingo al Leganés en Mendizorroza. De algún modo, plata o plomo en unos días.