Cuando el frente anti procés desembarcó -literalmente- en Barcelona comandado por Piolín ya adivinamos que el conflicto entre Catalunya y el Estado adoptaba también un punto surrealista. Ni de lejos es lo más importante, ni siquiera es importante, pero sí sintomático. Nunca imaginé que el amarillo tendría tanto protagonismo en este asunto. Del plumaje del pajarito al que le pareció ver un lindo gatito, a los lacitos prolibertad de los Jordis y exconsellers encarcelados, hasta la Junta Electoral. Porque sí, el amarillo ha sido vetado en la iluminación de edificios y fuentes durante la campaña electoral. La Junta Electoral de Barcelona ha prohibido al Ayuntamiento barcelonés utilizar luces de este color, con las que el Consistorio quería solidarizarse con los diez presos. Entiende la Junta Electoral que el amarillo representa una opción electoral. Lo que no sé si ha previsto la Junta es que la campaña coincide con las dos semanas prenavideñas, luces a go go por todas las ciudades. Ya sé que llevamos ya años de jodido minimalismo y diseño plus en este tema pero ¿hay algún adorno navideño previsto por el Ayuntamiento que incluya inocentemente el amarillo? ¿Se avecina retirada parcial de dicho color en la decoración navideña? ¿Es el dorado amarillo? ¿De qué color ponemos la estrella del Belén?
