esto acaba de empezar y todavía queda mucho y tal y tal. Aceptando este axioma inherente a equipos abocados al sufrimiento, es evidente que ni Alavés ni Baskonia han comenzado sus respectivas temporadas con buen pie. Ni mucho menos. El equipo de fútbol es después de ocho jornadas máximo candidato al descenso con un triunfo y siete derrotas en su haber y solo dos goles a favor marcados, precisamente, en ese único encuentro saldado con éxito en el debut de De Biassi. La llegada del veterano entrenador italiano, tercera apuesta en el banquillo desde que empezase la Liga, reavivó ilusiones y permitió, momentáneamente, echarle la culpa de todos los males albiazules al inexperto Luis Zubeldía. No ha tenido más que transcurrir un partido más, sin embargo, para empezar a darnos cuenta de que quizá lo erróneo sea la confección de la plantilla, empezando por la deconstrucción de la anterior que tan exitosa campaña había llevado a cabo a las órdenes de Pellegrino. Ya veremos, que queda mucho y tal. En cuanto al baloncesto, cuatro derrotas y un solo triunfo en los primeros compases de la era Prigioni. Varios lesionados y algún fichaje por llegar le otorgan un margen al novato técnico argentino, pero como su equipo no empiece a defender, mal andará.