la realidad suele actualizarse a toda velocidad pero últimamente tengo la sensación de que avanza despacio. El Alavés marcó ayer su primer gol de la temporada, aunque sigue sin ganar. Verdad es que enfrente estaba el Real Madrid pero no es menos cierto que a este rival ya le han metido mano varios equipos en estos primeros compases de la temporada, que se presentaba en Vitoria con varias bajas y que, para más inri, los Cristiano&Cía fallaron más en Mendizorroza que una escopeta de feria. Bien por Manu García -quién si no- pero mal por este equipo que sigue en la UCI con pronóstico crítico, incapaz de ganar a nadie y que en breve, mañana mismo, se pondrá en las manos del tercer entrenador en apenas media docena de partidos. Trabajo por delante le queda a Gianni de Biasi. Esperemos que su experiencia con equipos débiles, como sin duda lo es este, le ayude a acelerar las cosas y retomar de inmediato la senda ganadora que parecía garantizada unos meses atrás. Demasiado despacio camina este Alavés incluso con grave riesgo de retroceso a Segunda División. Ojalá no. Otros que tampoco avanzan son los gobiernos español y catalán, de momento empecinados en tensar la cuerda a una semana del 1-O. Lentos, muy lentos, van algunos procesos.