no hay manera de arreglarlo... De momento. El Parlament catalán sigue elevando su órdago mientras el Gobierno español balbucea amenazas más o menos grandilocuentes para acabar refugiándose en el “imperio de la ley”. La política se queda a un lado como si no existiera o, aún peor, como si resultara un instrumento inútil para conciliar las diferencias de criterio y/o resolver los problemas de los ciudadanos. Golpe a golpe, bronca a bronca, hasta que alguno repara en una cuestión fundamental: el fútbol. ¿Y en qué Liga va a jugar el Barça si Catalunya se marcha de España? Y hete aquí que hasta ahora la gente se había tomado la cuestión secesionista un poco a cachondeo, pero el fútbol ni tocar. Por el lado español: “Si se van, que sea con todas las consecuencias”, “¿Cómo va a poder el Barça pagar a Messi en una Liga contra el Espanyol, el Girona o el Nastic?”. Desde el punto de vista catalán: “La Liga no va a querer perder al Barça porque se convertiría en una competición más débil”, “Ahí está el ejemplo del Mónaco, que juega la Liga francesa sin ningún problema”. O sea, traduciendo: resquemor de los españoles hacia los que quieren votar y miedo a irse del todo por parte de los independentistas. Viéndolo así no creo que el acuerdo sea tan complicado. A ver si va a ser el fútbol el que dé con la solución.