Hay un tópico, cada cual que decida, que habla de España como un país cainita. Partiendo del hecho de que incluso la calificación de España como país dará lugar a controversia, lo de cainita podría resultar accesorio incluso. No sé si España es un país cainita, pero me da la sensación de que puede ser una demarcación administrativa -espero que este pueda ser un punto de encuentro mínimo para todos- en el que todo se dirime modo grada de campo de fútbol. Exhibir esteladas o banderas españolas en una manifestación convocada bajo el lema No tinc por en repulsa de unos atentados que han segado ya 16 vidas y en solidaridad con esas víctimas no me parece un insulto, más bien un ejercicio de la libertad de expresión, pero personalmente no habría exhibido ninguna porque, como decía un señor catalán hoy caído en desgracia, creo que això no toca. Resulta desolador dedicarnos a echarnos los trastos a la cabeza en lugar de intentar subrayar que personas con posiciones políticas diametralmente opuestas en un contexto muy exacerbado pueden ser capaces de caminar juntas, a pesar de sus muchas diferencias, por una misma causa y No tinc por era una muy buena causa. Aunque quizá nada de esto sucedió, quizá el duelo nos duró solo las primeras horas.