El descubrimiento de un conjunto de grabados que datan de hace 14.500 años, es decir, pertenecientes al Paleolítico Superior de la época Magdaleniense, en la cueva de Armintxe, en Lekeitio, aporta un incuantificable patrimonio, único tanto por la excepcionalidad de las figuras representadas y la técnica empleada como por sumarse a otros anteriores en el territorio -Atxurra, Santimamiñe, Laperra, Arenaza, Lumentxa, Askondo...- que hacen en conjunto un yacimiento arqueológico de valor incalculable. La mejor prueba está en el interés que los últimos hallazgos rupestres han suscitado en los principales investigadores europeos del arte parietal paleolítico, que se darán cita la próxima semana en Bizkaia. El valor arqueológico del descubrimiento incluye además la coincidencia de datación entre los grabados de Armintxe con las pinturas de Santimamiñe y las representaciones de Atxurra y la similitud en el estilo con los grabados hallados en otras cuevas vascas y del Pirineo, como las de Niaux en Ariege (Francia), lo que centra en este entorno una actividad humana muy concreta desde hace más de doce mil años a hace más de cuarenta mil años. En todo caso y a expensas de las investigaciones posteriores sobre el conjunto de la cueva de Lekeitio, lo que no alberga duda es que su hallazgo es resultado de un interés institucional que se ha plasmado en investigaciones desarrolladas durante más de doce años, desde 2004, a cargo del Servicio de Patrimonio Cultural de la Diputación de Bizkaia. La cuidadosa revisión de las cuevas que esa investigación, con la colaboración de grupos de espeleólogos, ha venido realizando ha servido para multiplicar el patrimonio de arte parietal de nuestro territorio, que no hace tanto parecía resumirse a Santimamiñe y que se reparte ahora hasta en dieciseis oquedades diferentes. Y esa concentración de arte rupestre en un espacio tan reducido, sumado al que ofrecen otras partes de nuestro país, como -Altxerri, Ekain, Praileaitz, Danbolinzulo... en Gipuzkoa; Alkerdi en Nafarroa; o Isturitz en Iparralde-, sitúa a Euskadi en el corazón del área fundamental del arte parietal del Paelolítico Superior que se extiende desde Cantabria hasta la Dordoña francesa y, por tanto, bien sea como lugar de asentamiento o de paso, también de la prehistoria europea.
- Multimedia
- Servicios
- Participación