El Ministerio de Fomento hizo públicos ayer los datos relativos a la contratación de obra pública que el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy ha realizado durante el primer semestre del presente año e indican que la inversión de la administración central en infraestructuras como ferrocarriles, puertos, aeropuertos o carreteras ha descendido un 20% con respecto al mismo período del año anterior. El descenso ha sido especialmente significativo en lo que respecta a la contratación de las obras de infraestructura del tren de alta velocidad (TAV). Las instituciones vascas, que se encuentran pendientes de que Fomento contrate obras tan importantes para la ejecución del trazado del TAV como el conocido como Nudo de Bergara, o las correspondientes a las entradas en las tres capitales de la CAV, ya habían denunciado esta parálisis de un Ministerio que en el último año y medio no ha tomado ninguna decisión para desatascar los puntos pendientes del nuevo trazado ferroviario vasco y además se encuentra descabezado desde que su titular abandonó el Ministerio para pasar a presidir el Parlamento español. Pero más allá de la afección que tienen en Euskadi, los datos publicados ayer delatan la parálisis en la que está instalado el Gobierno en España desde que en octubre del pasado año Rajoy convocó las primeras elecciones. Desde entonces, tanto por la incapacidad del presidente del PP para sumar socios a su proyecto como por la aparente inviabilidad de cualquier acuerdo alternativo, la situación no ha hecho más que agravarse y un gran signo de interrogación cuestiona la actitud del ejecutivo de Rajoy en multitud de ámbitos de su responsabilidad, que van desde la construcción de obra pública a la Educación, el impulso a la diversificación productiva y su defensa en el ámbito europeo, el impulso a la creación de empleo y, sobre todo, la gestión de las cuentas públicas condicionada por una deuda pública desorbitada y creciente y un déficit fiscal incontenible, acelerado por una irresponsable bajada de impuestos. Urge que quien mayor responsabilidad tiene en esta situación asuma la suya y adopte las decisiones que permitan desatascar esta parálisis para evitar, en la medida de lo posible, las consecuencias que de ella se han derivado durante un tiempo excesivo.