Cuando leí que por fin el Palacio Álava-Esquibel va a ser rehabilitado por el Ayuntamiento de la ciudad de Tánger me llevé una gran alegría, pero esto me hizo recordar la Casa Fournier y me indigné por cómo se sigue deteriorando. Está situada en la calle Manuel Iradier 46, y como su nombre indica en ella instaló Heraclio Fournier su primera fábrica de naipes. Considero que tiene valor arquitectónico e histórico y sugiero que se haga en ella un museo costumbrista de su época, como se ha hecho en Madrid en El Cerralbo. ¿Cuántos edificios que reflejan una época vamos a dejar que acaben degradándose sin remedio?
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